De Los Errores Se Aprende

“El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.»

 

Nunca tengas miedo de cometer errores, simplemente recuerda que no hay necesidad de cometer el mismo error dos veces.

Cada vez que fracasas en algo, no es el último fracaso, puedes trascenderlo. La próxima vez no tienes necesidad de repetirlo, la próxima vez no tienes necesidad de cometer el mismo error y la misma falla, y la próxima vez no hay necesidad de entrar al sufrimiento.

La causa más simple de nuestros errores es el desconocimiento. Entonces, cuando te equivocas aprendes algo.

Esto se aplica para los aspectos más sencillos hasta para los más complejos de la vida. Cuando desconoces algo, corres más riesgo de equivocarte.

Con el tiempo, la práctica y el enfrentamiento de los errores te conviertes en experto.

Los errores te recuerdan lo que pasaste por alto, pero fue un intento que te dejó una lección útil para el resto de tu vida.

Los errores nos permiten adaptarnos a los cambios, a diario nos encontramos con cambios. No siempre te van a gustar, pero siempre son necesarios.Los errores llegan para recordarnos que esos cambios están ahí, esperando a que los enfrentemos. Es posible que no aceptes estos cambios, pero al final te adaptarás a ellos.

Los errores te recuerdan tu humanidad, es cierto que todas las especies animales se equivocan. Sin embargo, el ser humano es el que tiene más conflictos con los errores.

No nos gustan los errores porque nos recuerdan que no somos tan perfectos como quisiéramos.

Los errores te permiten ver nuevas alternativas

¿Alguna vez te has equivocado en algo que parecía fácil y has encontrado una alternativa que ni imaginabas?

Te obligan a ver más allá de lo esperado y aprovechar alternativas que no veías.

 

No justifiques errores

Entiende los errores

Evita repetir errores

Debes de evitar sentirte culpable

 

Por. Y. Brito/ Psicologa

Psiconatural

Psychological Services & Wellness Therapy

Anxiety Specialists

(787)380-5721

psiconaturalpr@gmail.com

Más alla del miedo

Un ratoncito estaba angustiado porque tenía miedo al gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió en gato. Pero entonces resulta que el gato empezó a sentir miedo al perro, motivo por el cual el mago lo convirtió en perro. Una vez perro, empezó a sentir miedo a la pantera y el mago lo convirtió en pantera. Por este motivo empezó a temer al cazador. Llegados a este punto el mago se dio por vencido y dijo:
-Nada de lo que yo haga por ti te va a ser de ayuda porque siempre tendrás corazón de ratón.

Si observamos el miedo es como una muralla que no deja ver más allá, no permite que la atravieses, no permite que descubras que puede existir al otro lado.  Puede haber un sin fin de oportunidades, experiencias, las cuales no has podido disfrutar. ¿Por qué?
En ocasiones, nuestros miedos solo existentes en nuestra mente y estos son los que nos paralizan.

“Dejamos de temer aquello que empezamos a conocer”

Marie Curie

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El miedo es el sentimiento que surge como respuesta a un peligro o amenaza, real o imaginario. El problema es cuando presentamos esa reacción ante peligros que aún no existen, sólo por la probabilidad de que ocurran. Esto nos mantiene en un estado de estrés permanente bastante negativo para nuestro cuerpo y por consecuencia afecta a nuestras acciones.Es un mecanismo de defensa, es la expresión de nuestra dificultad para lograr la armonía entre lo que somos y lo que queremos ser.
El miedo es uno de los obstáculos más peligrosos y paralizantes que existen. Y además de los más inútiles, ya que el miedo no va a resolver el problema, más bien todo lo contrario, te paraliza y te impide llegar a tus objetivos.
Muchas veces vemos las dificultades acumuladas y nos parecen insuperables, las emociones negativas nos impiden ver con claridad. La solución de un problema pasa por definirlo con claridad, y luego partirlo en problemitas, en pasos, en pequeños objetivos.
Todos los seres humanos sentimos miedo, diferentes tipos de miedos. La diferencia está en si asumimos ese miedo y cómo lo asumimos. “Debemos aprender a gestionar y superar los miedos con las herramientas que todos tenemos, porque una vez superados los miedos adquieres una fortaleza muy grande: la confianza en ti mismo”, ante ese miedo que sentimos podemos actuar de maneras diferentes: “podemos atacar, podemos huir, podemos bloquearnos. Tenemos que afrontar otra manera de ver el miedo; en vez de una dificultad.
Cómo no vas a tener miedo con lo bien que nos han educado para que lo tengamos. Comenzando por nuestros padres y la sobre protección, porque si ellos nos generan miedos es porque antes se los generaron a ellos. Sin hablar de manera global y social donde el miedo es utilizado para controlar las masas. Lo vemos a diario en los periódicos y las noticias y reflejado en el gobierno y las decisiones del pueblo ante votaciones y otros temas.
“Vamos a votar a lo que ya conocemos, que cualquier cambio puede ser peor»
Miedo a lo desconocido o salir de la zona de confort.
Nos han inculcado tanto miedo que no sabemos quiénes somos, lo que queremos, ni mucho menos cómo conseguirlo. Salirse del camino que nos han marcado está muy mal, y nos tienen que meter mucho miedo para que ninguna oveja descarriada se atreva a cuestionar.
Ese es el motivo por el que, tanto nosotros como ellos, hacemos las cosas que hacemos y nos alejamos del auténtico propósito por el que estamos aquí: vivir una vida plena, feliz y auténtica, ayudándonos unos a otros para hacer del mundo un lugar mejor. Debemos ver el miedo como una oportunidad para el aprendizaje, para expandirnos y para crecer. tenemos que ser capaces de descubrir para qué me sirve ese miedo, cómo me puedo aprovechar de él, y cómo podemos crecer. En vez de huir de él, de esconderse, lo afronto y digo `vamos a salir adelante’”.
Si tienes miedo a las alturas, no empieces en un día de subiendo al piso numero 20. Inicia subiendo de 3 en 3. Aproximarnos despacito a las cosas que no nos gustan puede facilitar que entablemos relaciones estables con ellas, logrando una exposición gradual.
Si hablar en público te causa urticaria y sudoración, prepara una presentación sencilla y preséntala a tus familiares o amigos. Si te da vergüenza bailar en público, empieza con los bailes sencillos y con personas simpáticas que no critiquen o juzguen.
Analiza el miedo
Cada momento de nuestras vidas está marcado por la huella de nuestros miedos. Lo que hacemos y dejamos de hacer, dónde vamos y con quién, el modo en que nos sentimos con nosotros mismos y con los demás, lo felices o lo tristes que estamos.
Todo ello está directamente unido a nuestros miedos, y si dejamos que éstos dicten nuestro comportamiento y restrinjan nuestra libertad, entonces dirigirán nuestras acciones y determinarán en gran medida nuestra forma de ser.

Como manejo el miedo

  • SUELTA
La resistencia al cambio y a lo desconocido, el crecimiento y la evolución siempre estarán al otro lado de lo conocido. Sal de tu zona de confort, de ese espacio conocido que te mantiene estancado y comprometido con tu pequeñez. Abraza el cambio y no dejes que tus días pasen y que en tu mente se haga cada vez más difícil la posibilidad real de que haya un cambio.
  • IDENTIFICA
De qué tamaño es tu inseguridad en tus propias habilidades y confía en que estás sostenido por algo más grande que tú y confía profundamente en ti.
  • AVANZA
Si tus sueños no te asustan, entonces no son tan ambiciosos; no te detengas porque sientes miedo, al contrario, siente el miedo y pregúntale qué mensaje tiene para ti, si pudiera hablar, qué te diría. Honra tu miedo, permite que pase, porque no eres eso y si regresa, avanza con él.
  • NO ESPERES
A que las condiciones estén perfectas para emprender la aventura de tu vida, tampoco planees muy a futuro. Da el primer paso y sobre la marcha irás descubriendo el reto de cada etapa y, con una mente abierta y anclada en el momento, descubriendo lo que el momento requiere de ti.

Atiquifobia (Miedo Al Fracaso)

Resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien.

Suceso adverso e inesperado


La vida está compuesta por  éxitos y fracasos, aunque nos produzca sufrimiento nos ayuda a templar nuestro carácter.

Se aprende más con los fracasos que con los éxitos porque nos obliga a analizar desde otra perspectiva los hechos que no han dado los resultados esperados.

Miedo al fracaso  

Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a fracasar, a equivocarse o cometer errores.

Si bien todas las personas presentan en algún grado el temor al fracaso, debe recordarse que por tratarse de una fobia estamos hablando de un miedo extremo e irracional. Las fobias impiden que las personas lleven una vida plena, y en este aspecto, el miedo al fracaso resulta en una fobia particularmente paralizante, ya que quienes la sufren dejan de involucrarse en actividades en las que temen fracasar. Incluso se la ha vinculado con el miedo al éxito, debido a que los fóbicos inconscientemente boicotean sus posibilidades. De esta manera, la misma fobia puede producir aquello que causa el temor.
Muchas veces, las causas de esta fobia pueden remontarse a padres o hermanos muy exigentes durante la infancia, o a haber sufrido vergüenza y humillación como producto de un fracaso menor. A medida que avanza el tiempo y la persona va estructurando su personalidad, el miedo al fracaso se va fortaleciendo. Para colmo, nuestra cultura hace un culto a la perfección tanto en la imagen, como en las relaciones, en la carrera, etc. Si bien la perfección es sólo una ilusión, el fóbico siente que no puede descansar hasta haberla alcanzado.
El tratamiento a esta fobia es principalmente a través de técnicas de autoayuda y de motivación. Según fóbicos recuperados, la mejor manera de superar la fobia es enfrentar aquello a lo que se le teme gradualmente. Además, asumir que el fracaso es un paso necesario si se desea alcanzar el éxito.

Grandes genios de la humanidad fracasaron durante su vida sufriendo indiferencia y miseria; y recién después de muertos fueron reconocidos;  no serían tan grandes si no hubiesen aprendido de sus errores y, con ello, de sus fallos.

Henry Ford

Las dos primeras empresas automovilísticas de Ford fracasaron.

Albert Einstein

 Sus padres pensaban que tenía alguna deficiencia mental. Sus calificaciones en el colegio eran tan pobres que un maestro le instó a que se marchara diciendo: “Einstein, ¡nunca llegarás a nada!” Además, no empezó a hablar hasta los 4 años, ni a leer hasta que tuvo 7.

Walt Disney

Inicio su propio negocio desde el garaje de su casa, y su primera producción de dibujos animados fue un fallo memorable. Durante su primera rueda de prensa un periodista le ridiculizó “porque no tenía buenas ideas en la producción cinematográfica”.

Michael Jordan

Antes de unirse a la NBA  era una persona común; tan común, que fue apartado del equipo de baloncesto de la escuela debido a su “falta de habilidad”.

Beethoven

 Alguien le  dijo una vez l “como compositor, no tiene remedio “. Durante su carrera perdió la audición, pero se las arregló para producir buena música.

Issac Newton

 En la escuela primaria lo hizo tan mal que sus profesores ya no sabían qué hacer para mejorar sus calificaciones.

       Utiliza el fracaso para alcanzar éxito

 

  • Llama al fracaso de otra manera
  • Usa el fracaso como un escalón  Con cada fracaso, identifica lo que sabes que hiciste mal y sé consciente de ello para no repetir tus mismos errores.
  • No escondas tus fracasos En primer lugar, siéntete orgulloso de haber sido lo suficientemente valiente para tomar el riesgo. Al ser abierto sobre tus errores, te abres a aprender de los demás.
  • Redefine lo que quieres
  • Cambia el enfoque
  • Desarrolla la confianza en ti mismo y analiza las habilidades necesarias para superar el miedo al fracaso y ser un líder en el mercado actual.
  • Identifica y elimina los malos hábitos y reemplazarlos con estrategias que funcionen.

 

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Deja Atrás La Vergüenza

Un sentimiento de incomodidad producido por el temor  hacer el ridículo ante alguien.

Muchos sienten vergüenza de que amigos familiares se enteren que están atravesando por alguna crisis; ya sea de ansiedad o depresión u otro trastorno. El miedo a ser juzgados por el concepto erróneo que tiene la gente sobre la salud mental; y ni se diga sobre los psicólogos. El decirle alguien que debe ir a un psicólogo, te invito a observa sus expresiones, o quizás te contesten, Yo no estoy loco.

Imagina como me pude sentir Yo, que siendo estudiante de psicología sufrí de ataques de pánico, que fui juzgada por algunos doctores que impartían cursos. El quizás buscar ayuda o que la familia se enterara. Eso va ocasionando que uno se aparte y por consiguiente nos causa tristeza y frustración.

Hay que comenzar a dejar a un lado la vergüenza y aceptar que a veces no podemos solos. Sé que el parecer fuertes y no débiles, es importante para muchos. Pero ese tratar de afrontar y permanecer fuertes por tanto tiempo, es lo que nos ocasiona ansiedad. El aceptar que a veces tenemos pensamientos desagradables o sentimientos catalogados como negativos, es de humanos aceptarlos.

Somos humano, y el que alguien nos dé la oportunidad de mostrarnos cómo manejar las emociones, es genial. Muchos no tuvimos quizás modelos positivos y asertivos para canalizar el estrés en nuestras vidas; como resolver o entender nuestros problemas. Cargamos situaciones de los demás y queremos ocultar nuestra sensibilidad. Todo esto nos hace humanos, y nos encontramos viviendo un momento muy estresante, lo que está ocasionando que la humanidad reacciones volátilmente, que los trastornos mentales vallan en aumento, y la vergüenza y el estigma que existe no ayuda para nada.

Desde la niñez nos van fomentando esa vergüenza, cada vez que le dicen a un niño eso no se hace avergüénzate, todos te están mirando, como si tuviéramos que comportarnos como lo demás. Nos enseñan a ser aprobados por otros, al igual que nuestras acciones.

De ahí surge la fobia social, ese miedo a que los demás me critiquen o juzguen, o no sentir la capacidad de poder hacer las cosas bien, porque te dijeron que no sabías hacer nada. Miedo a que te miren raro. Muchas estigmas sociales que arrastramos como humanidad.

En vez de sentir vergüenza por buscar ayuda y aceptar que sufres de ansiedad, siéntete orgulloso porque estás haciendo algo por ti. Que estas siendo responsable.

Cuando aceptamos lo que no sucede nos vamos liberando de tanta tensión, es como cuando sentimos que hacemos algo mal y lo ocultamos. Cuando lo decimos nos sentimos liberados y menos pesados.

Te invito a romper el tabú, que puedas gritar a los cuatro vientos siiiii sufro de ansiedad, necesito ayuda.

Aceptar que a veces no podemos solos y que es de humanos sentir.

Buscar ayuda no es de débiles si no de bravos.

Si ya estás buscando ayuda o recibiéndola te felicito, ya disté le primer paso aceptar.

Por: Y. Brito/ Psicóloga
Psiconaturalpr
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety  and CBT Specialist
(787)380-5721 ó psiconaturalpr@gmail.com
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Fobia Social

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Temor evidente y persistente a una o más situaciones sociales o de actuación en público en las que la persona se ve expuesta a gente desconocida o al posible escrutinio por parte de los demás. El sujeto teme actuar de alguna manera (o mostrar síntomas de ansiedad) que pueda ser humillante o vergonzoso.

Pero, ¿Quién no ha sentido ansiedad al tener que hablar en público, al entablar una conversación con un miembro atractivo del sexo opuesto al que no conocemos o al dirigirnos a un superior para pedirle algo?

Un aspecto común a estas situaciones que explica, al menos en parte, la ansiedad que sentimos en ellas es el temor a la evaluación negativa por parte de los demás. Y este temor es una característica básica de los sujetos con fobia social cuando se encuentran en las situaciones que temen. Se ha llegado incluso a decir que el término “fobia social” quizá no sea apropiado para describir el síndrome clínico. Hay autores que indican que el término anterior implica que el individuo teme a las situaciones sociales, cuando a lo que realmente tiene miedo es a ser evaluado negativamente por los demás.

Aunque el sentir ansiedad en determinadas situaciones sociales es algo relativamente frecuente entre la gente, dicha ansiedad no suele alcanzar una intensidad tan elevada que interfiera con la capacidad de una persona para funcionar adecuadamente en esas situaciones. Entonces, la cuestión no es tanto si la persona tiene ansiedad social, sino cuánta ansiedad experimenta, cuánto dura el episodio de ansiedad, con qué frecuencia vuelve a ocurrir dicha ansiedad, qué grado de conducta de evitación desadaptativa provoca esa ansiedad y cómo evalúa la ansiedad el individuo que la padece. Puede tener un impacto muy importante sobre el estilo de vida del sujeto

Es frecuente la comorbilidad de la fobia social con otros trastornos, especialmente con problemas de ansiedad como la fobia específica, la agorafo- bia, el trastorno obsesivo-compulsivo o el trastorno por ansiedad generalizada.

 

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Las situaciones sociales más frecuentemente temidas por los sujetos con fobia social incluyen

  • Iniciar y/o mantener conversaciones
  • Quedar(citarse)con alguien 

  • Comportarse asertivamente (p.ej., expresar desacuerdo o rechazar una petición)
  • Realizar Llamadas (especialmente a personas a quienes no se conoce muy bien)
  • Hablar con personas con autoridad
  • Devolver un producto a la tienda donde lo ha comprado
  • Hacer contacto visual con gente que no conoce
  • Hacer y recibir halagos

  • Asistir a reuniones
  • Hablar en público
  • Actuar ante otras personas 

  • Ser el centro de la atención (p. ej., entrar en una habitación cuando la gente ya 
está sentada) 

  • Comer/beber en público 

  • Escribir/trabajar mientras le están observando 

  • Utilizar baños públicos 


Los síntomas somáticos más frecuentes de la respuesta de temor en estos sujetos

  • Palpitaciones (79%)
  • Temblar (75%),Unknown3
  • Sudar (74%),
  • Tensión muscular (64%),
  • Sensación de vacío en el estómago (63%),
  • Boca seca (61%),
  • Sentir frío/calor (57%),
  • Ruborizarse (51%) y
  • Tensión/dolores de cabeza (46%). 


El síntoma conductual más habitual de la fobia social es la evitación de las situaciones temidas. Por definición, los sujetos con fobia social temen o evitan situaciones en las que es posible la observación por parte de los demás. Los factores cognitivos que pueden estar implicados en el mantenimiento o agravamiento de la fobia social son relativamente numerosos.

TRATAMIENTO DE LA FOBIA SOCIAL

  • Psicoterapia
  • El tipo de psicoterapia llamada terapia cognitiva-conductual (TCC) es especialmente útil para tratar la fobia social. Le enseña a la persona con fobia social otras formas de pensar, comportarse y reaccionar ante distintas situaciones para que sienta menos ansiedad o temor. Además sirve para ayudar a aprender y a practicar cómo desenvolverse socialmente.
  • Exposición en vivo y en la imaginación
  • Entrenamiento en habilidades sociales
  • Relajación aplicable en situaciones sociales
  • Tratamiento en grupo
  • Técnicas de manejo de ansiedad

 

Por: Y. Brito/ Psicóloga
Psiconaturalpr
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety  and CBT Specialist
(787)380-5721 ó psiconaturalpr@gmail.com

 

 

 

Miedo a La Soledad

f3_86khpN3A diario llegan a consulta pacientes de ambos sexos y todos con un denominador  común, ansiedad o depresión.  Junto a esos diagnósticos vienen los miedos que los acompañan y avivan diariamente; activadores de mecanismos de defensas innatos ante un peligro inminente. Luego de indagar esos miedos sale a flote la palabra Soledad y abandono, un miedo común entre los adultos.

¿Porqué le tememos tanto a la soledad?

Desde que nacemos, los seres humanos sentimos ese miedo al abandono, cuando nos identificamos con nuestro cuidador primario y percibimos una sensación de soledad, el niño experimenta emociones de tristeza, miedo que pueden desencadenar en ansiedad. No obstante, una niñez donde se fomentó el apego seguro, esa confianza en sí mismo, independencia y sentido de pertenencia; tendremos adolescentes y luego adultos más seguros.

¿Pero qué ocurre?

En el camino del desarrollo ese niño se va topando con programación verbal, modelos de referencia y experiencias concretas que lo van formando.

¿Qué escuchabas de niño sobre la compañía, el afecto, la independencia?

¿Qué viste cuando niño?, esas relaciones de afecto de las persones más cercanas a ti?

¿Qué experimentaste?, ¿Como fue ese trato de parte de tus cuidadores, te sentiste protegido o te sentiste inseguro?

Vivimos en una sociedad donde ya a los 30 si no estás casado y no tienes hijos es sinónimo de cuestionamientos y comentarios que van despertando los miedos y la desesperanza ante el futuro. Crean unos estándares de vida que van moldeando creencias y expectativas en algunos individuos; los cuales el no poderlos conseguir o sentir que se encuentran fuera de ellos les causa frustración, ante unas metas no obtenidas dentro de un plazo determinado.

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Cuando ya somos adultos nuestro cerebro ha acumulado esas creencias y vivencias relacionadas a la compañía, al abandono. En algunos casos crecen adultos valientes, seguros y confiados en ellos mismos, por el contrario, adultos con miedos, inseguridades entre ellos a la soledad.

Y es justo en medio de esta etapa adulta, donde, la confianza en uno mismo no está fortalecida, permea las inseguridades, hace presencia el tan temido miedo a la soledad. Fomentando la idea de que tener una relación de pareja es una prioridad y la única razón para ser feliz. Se convierte en algo tan sumamente importante que si no lo conseguimos o si lo tenemos, pero lo acabamos perdiendo, nuestra vida pierde el sentido por completo. Nos cuesta ser felices, sentir plenitud, bienestar profundo y esto nos puede conducir a hacer elecciones sin criterio y a consecuencias muchísimo peores que esa temida soledad.

A veces la persona tenia pareja, pero por alguna razón ya no está en su vida, comienza a permear los pensamientos, ¿Y si no encuentro a nadie más? Quien se fijaría en mi? 

Ese miedo a la soledad en ocasiones puede ser prejudicial, ya que la persona puedeimages-1 permanecer en relaciones perjudiciales, toxicas, permitir humillaciones y en casos ser víctimas de maltrato.

El ser humano no está en ningún momento solo, tiene al acompañante por excelencia, que es usted mismo. Cuando logras entenderlo, es cuando inicias ese proceso de conexión y te das cuenta de que no estás solo. La soledad como tal no existe en quien sabe estar consigo mismo, y sabe asumir esa responsabilidad.

¿Como voy a querer a otra persona si no me quiero o no me acepto?

Cuando logramos comprender que la soledad puede ser nuestra mejor aliada y que está ahí para dejarnos ver la necesidad de empoderarnos, de conectarnos con nosotros mismos, de sanar esas heridas de la niñez; y el volver a programarnos, permitiendo crear nuevas conexiones neuronales positivas y seguras. La soledad es ese momento donde nacen las oportunidades de crecer, y cuando logres trascenderla y fortalecerte como individuo, tendrás la capacidad suficiente para poder permitir en tu vida la llegada de esa compañía idónea como complemento.

Te valorarás, permitiendo así que otros lo hagan de igual manera.

Te respetarás, permitiendo así que otros te respeten

Te amarás, permitiendo que otros de amen…

Ese miedo que te persigue está ocasionando el deterioro de tu capacidad para discernir entre lo que es saludable o  no para ti; Permitiendo que te olvides de ese amor propio.

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1.- Busca momentos de soledad

Aprovecha el tiempo que tienes a solas para meditar, conocerte y reflexionar sobre quién eres. Al principio será difícil y habrá temor, pero con el tiempo podrás ver que eres tu mejor compañía.

Comienza con períodos cortos, trata de hacer cosas solo, como ir a la tienda o a los encargos sin compañía. Aumenta esos tiempos cada semana.

2.- Evita las distracciones

En este mundo tecnológico es fácil sentirse acompañado por la televisión, el radio, Internet o el teléfono celular. Trata de no llenar el vacío con distracciones externas.

La lectura por otro lado, es una actividad que puedes realizar perfectamente a solas y que nutrirá tu espíritu además de que ejercita la imaginación.

3.- No es lo mismo estar solo que sentirse solo.

Date cuenta de la diferencia. Estar solo es un estado temporal, nadie está realmente solo. Sentirse solo es más bien un estado mental que describe cómo te sientes.

El que se siente solo puede estar rodeado de una muchedumbre y aun así sentirse triste y abandonado. La persona que sabe estar sola, también disfruta estar acompañada cuando el momento lo amerita.

4.- Trabaja en tu vida social

Trata de hacer y crear amistades duraderas, no busques sólo compañía superficial con tal de no estar sola. Las conexiones íntimas con otras personas te nutren como individuo y te llenan aun cuando estés sin compañía, pues sabes que esas personas estarán ahí para ti cuando las necesites, aun cuando estén lejos. Aprende a crear relaciones nuevas.

5.- Acude a terapia

Si tu problema es muy serio y no soportas estar sola, te está ocasionando ansiedad o síntomas relacionados a depresión, debes comenzar a darte cuenta de la raíz de tu problema, enfrentar la soledad sin sufrirla y, eventualmente, a construir lazos fuertes con otras personas.

Por. Y. Brito/ Psicologa

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Agorafobia

agorafobia-704x420Dentro de los trastornos de ansiedad se encuentra la Agorafobia, la mayoria de las veces suele empezar con una crisis de angustia o ataque de pánico ante una determinada situación. Por ejemplo un ataque de panico en e centro commercial, trabajo o conduciendo el auto. Posteriormente, para evitar que esa crisis se repita, el agorafóbico deja de frecuentar el lugar donde se desarrolló la primera crisis. Porque existe un miedo a que esa situación se vuelva a repetir. Se desarrolla una ansiedad ante la posibilidad de tener otro ataque. Con el tiempo es posible que la persona comience a generalizar su miedo a otras situaciones  hasta que su vida va tornándose cada vez mas limitada.

Por lo tanto la agorafobia es un conjunto de fobias, un conjunto de miedos que se desencadenan cuando la persona no se halla en ese lugar seguro. La persona sabe que su miedo es irracional, pero en el fondo no se termina de creer que no le ocurrirá nada fuera de ese lugar seguro, por muchas veces que intenten repetírselo. Explicar la teoría es muy fácil, otra cosa es llevarlo a la práctica.

Este trastorno consiste en un miedo y una ansiedad intensos de estar en lugares de donde es difícil escapar o donde no se podría disponer de ayuda. La agorafobia generalmente involucra miedo a las multitudes, a los puentes o a estar solo en espacios exteriores.

 sintomas de la agarofobia

Causas

Se desconoce la causa exacta de la agorafobia. Algunas veces ocurre cuando una persona ha tenido un ataque de pánico y comienza a tener miedo de situaciones que podrían llevar a otro ataque.

Los síntomas de agorafobia incluyen:

  • Sentir temor de quedarse solo.
  • Sentir miedo a estar en lugares donde el escape podría ser difícil.
  • Sentir miedo a perder el control en un lugar público.
  • Dependencia de otros.
  • Sentimientos de separación o distanciamiento de los demás.
  • Sentimientos de desesperanza.
  • Sensación de que el cuerpo es irreal.
  • Sensación de que el ambiente es irreal.
  • Tener temperamento o agitación inusuales
  • Permanecer en la casa por períodos prolongados

Los síntomas físicos pueden incluir:

  • Molestia o dolor toracico
  • Asfixia
  • Mareo
  • Náuseas u otro malestar estomacal
  • Corazón acelerado
  • Dificultad para respirar
  • Sudoración
  • Temblor

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La Agorafobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual, establecida en las fases de:

  • Toma de conciencia, para conocer como se ha instaurado en nuestra conducta y como se mantiene.
  • Técnicas de afrontamiento: Técnicas de relajación y control del pensamiento catastrofista.
  • Exposición: Acercamiento progresivo a los estímulos fóbicos presentes en la conducción.

Por: Y. Brito/ Psicologa

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Psychological Services & Wellness Therapy

Specialist in Anxiety Disorders

(787)380-5721 o psiconaturalpr@gmail.com

 

 

 

¿Qué es la Amaxofobia?

Ladrona7.jpgEl término Amaxofobia hace referencia a la respuesta de intenso temor e incapacidad que experimentan algunas personas al conducir un vehículo o simplemente al pensar que tienen que hacerlo.

En general, se inicia con una aguda crisis de ansiedad (a veces un ataque de pánico) mientras se está conduciendo. La intensa sensación de falta de control que esta experiencia negativa provoca, acompañada de una serie de pensamientos catastrofistas sobre lo que podría haber sucedido produce un gran impacto emocional y un fuerte temor ante la posibilidad de que la crisis se repita o se produzca finalmente un accidente de tráfico.

A menudo, estas personas albergan pensamientos del tipo “¿porqué los demás pueden y yo no..?” que acaban transformándose en afirmaciones descalificativas sobre ellos mismos “soy inferior, soy peor que cualquiera”, que erosionan la autoestima, incrementan la ansiedad y refuerzan el miedo y la inseguridad.

Es frecuente que al volver a conducir por lugares similares o por vías parecidas en las que se experimentó la primera crisis reaccionen con una gran inquietud y malestar, que transfieren progresivamente a otras situaciones de tráfico, sintiéndose cada vez más incapaces de soportar su ansiedad.

Suelen darse dos maneras de responder a esta circunstancia; o bien restringen las vías por las que circulan o abandonan la conducción, algunos poco a poco y otros de modo radical. Al final el miedo a morir o a provocar la muerte a otros va instalándose en el pensamiento y descubren que dejar de conducir es la solución a su miedo y ansiedad.

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La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual, establecida en las fases de:

  • Toma de conciencia, para conocer como se ha instaurado en nuestra conducta y como se mantiene.
  • Técnicas de afrontamiento: Técnicas de relajación y control del pensamiento catastrofista.
  • Exposición: Acercamiento progresivo a los estímulos fóbicos presentes en la conducción.

 

Por:Y. Brito/ Psicologa Psy.M

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(787)380-5721

Equilibrio En Tiempos de Incertidumbre

 

crisis.jpgEn la actualidad los escenarios a nivel local y mundial nos trastoca a todos por su alto contenido negativo, lo que produce a cada paso que damos sensación de tensión, inestabilidad y frustración.

Cuando se sufre de trastornos de ansiedad todo lo que nos rodea nos parece cargado y puede ocasionar mucho estrés.

A pesar de que trabajemos constantemente con nuestras emociones, nos encontramos inmersos en un ambiente con un alto nivel de estrés; donde muchas personas manifiestan el no poder “escapar”.

Por ejemplo;

realizas visualizaciones diarias, meditación, Yoga; pero llegas a tu lugar de trabajo y es un ambiente cargado, conversaciones negativas, gente negativa, prendes el radio problemas económicos, al igual las redes sociales. Probablemente de antemano logres procesar favorablemente la información ya que te encuentras equilibrado física y emocionalmente todos los días.

No obstante, después de 3 ó 4 horas viviendo en una situación de estrés constante, inevitablemente empezarás a sentir que tu energía va disminuyendo, y poco a poco te dejarás arrastrar por la emoción predominante en el ambiente.

¿Cómo puedes evitarlo?

Si lo visualizamos como una enfermedad, lo más adecuado sería la “cirugía”, es decir, si es una situación que se produce habitualmente y nos crea un desgaste día a día, el primer planteamiento sería “cortar por lo sano”, por lo tanto, abandonar ese ambiente negativo. Sin embargo, esto no siempre es posible, así que tendremos que tomar medidas. Algunas sugerencias son:

Responsabilízate

Evita verte a ti mismo como una víctima. Toma la decisión consciente de que vas seguir adelante y vivir en este ambiente nocivo, por lo motivos que sean. Si te pasas todo el Equilibrio.jpgtiempo pensando “debería buscar otro trabajo” pero no lo haces, no te estás responsabilizando de tu situación actual y desgastas una energía preciosa que es vital para afrontar esta situación.

Desconéctate por un momento

Procura no estar conectado la mayoría del tiempo a las redes sociales, ya que la información constante puede abrumarte y estresarte. Si es posible elimina las aplicaciones de noticias locales e internacionales, si te parece solo deja las más confiable, no es necesario tener tantas.

Ve las cosas desde su justa perspectiva, sin juicio, nos saquemos conclusiones basadas en el ambiente cargado y negativo.

Si piensas que aun así no puedes dejar de preocuparte, procura desconectarte completamente.

Recárgate

Visualízate a ti mismo como una batería. Entras en la oficina con una
carga energética de 100. Márcate a ti mismo un nivel de alerta y revisa de vez
en cuando a qué nivel estás. Por ejemplo, por debajo de 75 es un nivel naranja
y por debajo de 50 un nivel rojo. Toma medidas al respecto. Por ejemplo, con un
nivel entre 75 y 50 cierro los ojos, respiro profundamente y evoco un momento
de mi vida que me provoque una emoción positiva o reviso los motivos por los
que puedo estar agradecido por la situación vivida. Con un nivel inferior a 50
salgo a tomar el aire cinco minutos.

Toma el aire

Tú puedes salir porque tienes la necesidad de respirar y relajarte. Siempre que
lo necesites, sal y da una vuelta. En esos cinco minutos relájate, evita pensar y sé consciente del momento presente. ¡Aprovéchalos al máximo!

como-mantener-el-equilibrio-en-yoga-algunos-trucos-01.jpgEntorno positivo

Crea un entorno positivo en el trabajo. Puedes poner plantas, fotografías, etc. Cuando desvíes la vista y observes alguno de ellos hazlo de forma consciente, evoca momentos positivos para recargar tu energía. No se trata de crear un sentimiento de añoranza por lo que podría estar haciendo o sentimientos de culpa por lo que he abandonado para estar aquí, porque entonces te descargas. La idea es “estoy en el momento presente” y evoco la emoción que sentía cuando estaba abrazando a mi hija para “recargar las baterías”.

Obsérvate

Ya que estás en esta situación, aprovéchala para entrenarte y aprender
todo lo que puedas acerca de ti mismo y de los demás. Obsérvate y mejora tu
autoconocimiento.

Agradecimiento

 No desees estar en otro lugar, sino estarás mirando siempre el reloj
esperando que sea la hora de terminar para salir corriendo. Agradece todo lo
que te está ocurriendo porque te está ayudando a crecer y madurar como persona.

Inmunízate

Emite emociones positivas que ayuden a contrarrestar las negativas del
ambiente. De esta forma te inmunizarás. Siente amor, compasión, agradecimiento,
felicidad, paciencia, confianza…

Contagia a los demás. 

Las emociones se contagian. Si emites emociones positivas a gran frecuencia puedes contagiar a las personas que están a tu alrededor.

¡Pruébalo!

La autora del escrito es psicóloga y fundadora de Psiconatural, ofrece servicios psicológicos –terapias alternativas. Se especializan en Trastornos de ansiedad, pánico y fobias.

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¡Tengo miedo a enloquecer!

mallia2.jpg“Tu cabeza comienza a dar vueltas, sudoración, tienes ganas de gritar y salir corriendo, piensas que vas a morir o enloquecer”.

Es uno de los síntomas presentes en los ataques de pánico

Lo que estas experimentando es producto del miedo que te está ocasionando la ansiedad.

Te encuentras reprimiendo tus emociones y tus sensaciones con el miedo a perder el control. Cada vez que el miedo invade tu cabeza o los niveles de ansiedad se encuentran elevados tu sistema se va cargando, se intensifican los síntomas físicos que producirán más miedo, sensación de despersonalización, y la sensación de enloquecer.

Esa sensación de desconexión del mundo es un reflejo de la tensión que llevas acumulando, ese miedo de no demostrar tu verdadero Yo, el permanecer tanto tiempo desconectado de ti mismo. Haber tenido una crisis de ansiedad, por ejemplo, y no haber podido controlar sus síntomas, hace que quien lo sufre tenga una vivencia de gran vulnerabilidad y de incapacidad ante una adversidad. Hace que sea más fácil poder visualizar episodios futuros de pérdida de control sobre su mente: “… y quién me dice a mí que no se me vaya a ir la cabeza ahora.”, “Yo pensaba que era capaz de no perder el control de mi mente, y ahora mira lo que me ha pasado”. A menudo el miedo a la locura va asociado a el miedo de poder hacerle daño alguien.

Te encuentras tan cargada que tu mente quiere desconectarse de tu cuerpo, En algunos casos, la ansiedad genera, como parte de sus síntomas y manifestaciones, una sensación de extrañeza e irrealidad, como si estuviéramos viendo la realidad a través de un cristal o “como en una película”, como si nos sintiéramos ajenos a nosotros mismos (despersonalización) o al entorno (desrealización).panico2-300x297.jpg

Del mismo modo que la sobre-preocupación por la salud física lleva a la vigilancia y observación de diferentes funciones y manifestaciones fisiológicas, el temor a perder el control lleva a la auto-observación y seguimiento de nuestro pensamiento, la ejecución de actividades y sus posibles efectos.

Desde el punto de vista del psicólogo, la locura estaría especialmente marcada por la incapacidad de una persona para entender sus circunstancias de vida, por la incapacidad para interactuar con normalidad con el entorno y por la imposibilidad para mantener relaciones sociales con normalidad, no pudiendo razonar con estructura y coherencia. La locura suele asociarse a interpretaciones delirantes y amenazantes de la realidad, y con cierta probabilidad irá unido a alucinaciones. Los diagnósticos clínicos de psicosis, esquizofrenia, Trastorno delirante son los más próximos a la definición de popular de locura.

¿Qué es para ti volverse loco?

Esos pensamientos que te abruman te están queriendo transmitir un mensaje, y lo hacen de una manera encubierta y aunque esto a veces pueda asustarte, No Vas A Enloquecer

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¿Cómo puedes recuperar la calma frente al miedo a volverte loco?

ESCUCHA qué te está queriendo decir tu miedo

 

Que puedes hacer:

  • Libera la tensión física y emocional acumulada: para ello puede irte bien practicar algún ejercicio físico, como, por ejemplo, salir a correr, ponerte a saltar, hacer flexiones o realizar deporte. U otras actividades que pueden ser: bailar, cantar, escribir, dibujar…
  • Aprende a relajarte y tomar consciencia de tu cuerpo y de ti mismo: ejercicios que van muy bien para esto son la práctica de yoga, meditación.
  • Deja fluir tus emociones y exprésalas: si necesitas llorar, llora; si necesitas gritar, grita en una almohada; si necesitas sacar tu rabia y frustración, golpea un cojín.
  • Dedica tiempo para ti
  • Desecha toda la basura mental (pensamientos limitantes, negativos)
  • Delega tareas
  • Vive el momento presente (suelta el futuro)
  • Vive despacio
  • Has lo que te gusta

 

Por: Y. Brito / Psicologa

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