«Cognitivo conductual: Venciendo la ansiedad mediante el poder de los pensamientos»

El enfoque cognitivo conductual es un tratamiento eficaz para la ansiedad. Esta terapia se centra en la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos de una persona y cómo estos factores pueden contribuir a la ansiedad.

Los terapeutas de la terapia cognitivo conductual trabajan para identificar los pensamientos negativos y distorsionados que pueden estar contribuyendo a la ansiedad de una persona. Luego, ayudan a la persona a reemplazar esos pensamientos negativos con pensamientos más realistas y positivos.

Además, la terapia cognitivo conductual a menudo utiliza técnicas de exposición, que implican exponer gradualmente a la persona a las situaciones que le causan ansiedad. La exposición ayuda a la persona a aprender a manejar y tolerar situaciones que podrían haber evitado anteriormente debido a su ansiedad.

La terapia cognitivo conductual también se enfoca en cambiar los comportamientos de una persona que podrían estar contribuyendo a la ansiedad.

Por ejemplo, si una persona evita ciertas situaciones debido a su ansiedad, el terapeuta trabajará para ayudar a la persona a enfrentar esas situaciones de manera gradual para que pueda superar su miedo.

Ejemplos de Terapias Cognitivo Conductual

1. Técnicas de relajación y respiración para controlar la ansiedad o la ira.
2. Identificación de pensamientos negativos automáticos y su sustitución por pensamientos positivos.
3. Técnicas de desensibilización sistemática para superar fobias y traumas.
4. Técnicas de exposición gradual para superar trastornos obsesivo-compulsivos.
5. Técnicas de resolución de problemas para afrontar situaciones estresantes y resolver conflictos.
6. Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad.
7. Regulación de la conducta alimentaria y la gestión de la pérdida de peso.
8. Terapia de pareja y terapia familiar para mejorar las relaciones interpersonales.
9. Técnicas para mejorar el sueño y el insomnio.
10. Técnicas para mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo.

Caso Real- Nombre Ficticio

Juan es un joven de 24 años que sufre de ansiedad social. Le cuesta mucho relacionarse con personas nuevas, hablar en público y expresar sus opiniones en grupos. Debido a su miedo al rechazo y a ser evaluado negativamente, Juan evita situaciones sociales y se siente muy incómodo en reuniones familiares o en el trabajo. En una sesión de terapia cognitivo-conductual, el terapeuta ayuda a Juan a identificar sus pensamientos automáticos negativos, como «si hablo en público, la gente se reirá de mí», «no sé qué decir en situaciones sociales» y «mejor evitar esto y no pasar vergüenza». Estos pensamientos contribuyen a mantener su ansiedad social.

El terapeuta trabaja con Juan para reemplazar estos pensamientos con otros más realistas y útiles, como «puedo aprender a hablar en público y mejorar mis habilidades comunicativas» y «puedo sentirme cómodo en situaciones sociales si practico y me preparo para ellas». A través de técnicas de exposición gradual, el terapeuta ayuda a Juan a enfrentar gradualmente sus miedos sociales. Al principio, puede ser algo tan sencillo como saludar a un desconocido en la calle, después hablar con alguien en una reunión social y finalmente hablar en público frente a una audiencia. Con el tiempo y el trabajo conjunto en terapia, Juan comienza a sentirse más seguro y cómodo en situaciones sociales y su ansiedad disminuye. También aprende habilidades efectivas para manejar su ansiedad en el momento, como técnicas de respiración y relajación.

 
 

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«5 Consejos para Ayudar a un Familiar con Ansiedad»

"5 Consejos para Ayudar a un Familiar con Ansiedad"

La ansiedad puede ser una afección debilitante y muchas veces las personas que la sufren no saben cómo manejarla. Es importante que los miembros de la familia comprendan que la ansiedad es una enfermedad y que no es simplemente una preocupación excesiva o falta de control. Para ayudar a un familiar con ansiedad, es fundamental ofrecerles apoyo y comprensión. Aquí hay algunos consejos prácticos que pueden marcar la diferencia en la vida de esa persona:

Clave para apoyar a un familiar con ansiedad es educarse sobre la enfermedad. Investigar y comprender los síntomas, las posibles desencadenantes y cómo afecta a la persona tanto física como emocionalmente, permitirá a la familia tener una perspectiva más informada y empática.

Además, es fundamental mantener una comunicación abierta y sincera con el familiar afectado. Permitirles expresar sus sentimientos y preocupaciones sin juicio ni críticas, creando un espacio seguro donde puedan hablar de su ansiedad, puede aliviar parte de la carga emocional que están llevando.

Asimismo, alentar y acompañar a la persona a buscar ayuda profesional es fundamental. Un apoyo terapéutico, ya sea a través de terapia individual o grupal, puede brindar herramientas específicas para manejar la ansiedad y ofrecer un espacio de apoyo y contención.

La familia también puede jugar un papel activo en el cuidado de la salud mental de su ser querido. Fomentar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.

Además, es importante evitar alimentar los miedos y preocupaciones del familiar afectado. Evitar comentarios negativos o catastrofistas y fomentar pensamientos positivos y realistas puede ser de gran ayuda.

Si tienes un familiar que sufre de ansiedad, aquí hay algunos consejos que pueden ser útiles para ayudar a esa persona:

1. Escucha y valida sus sentimientos: Es importante que escuches a tu familiar y le permitas sentir que sus preocupaciones y miedos son válidos. No los minimices, desestimes o te burles de sus problemas.

2. Ofrece apoyo emocional: Asegúrate de hacer saber a tu familiar que estás ahí para ayudarlo y apoyarlo en cualquier momento. Ofrece tu presencia y tu esperanza para que él o ella se sienta comprendido y acompañado.

3. Educate sobre la ansiedad: Es importante que estés informado sobre la ansiedad para entenderla mejor y saber cómo ayudar. Lee sobre los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento.

4. Ayuda en la búsqueda de tratamiento: Anima a tu familiar a buscar ayuda profesional si todavía no lo ha hecho y ofrécele apoyo para encontrar el tratamiento adecuado. Acompáñalo si es necesario a las citas y apoya su decisión de buscar ayuda.

5. Fomenta un estilo de vida saludable: Ayuda a tu familiar a tener un estilo de vida saludable poniendo en práctica una alimentación balanceada, ejercicio, descanso y reducción de consumo de sustancias en su encuentro diario. Una vida equilibrada, llenará de buenos beneficios a su salud mental y física.

Cómo manejar la ansiedad a través de la autocompasión.

La autocompasión es una habilidad emocional que se enfoca en ser amable con uno mismo y tomarse el tiempo y espacio necesarios para cuidar de nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales. La autocompasión es importante en el cuidado de la salud mental, porque nos ayuda a manejar nuestras emociones y a sentirnos seguros y cómodos con nosotros mismos.

La autocompasión implica la aceptación de nuestras imperfecciones y errores en lugar de ser críticos o autocríticos hacia nosotros mismos. Esto puede ser difícil para algunas personas, especialmente para aquellas que han sido enseñadas a ser autoexigentes y a perseguir la perfección a toda costa.

Además, la autocompasión previene la comparación social y la competencia insana. En lugar de medirnos contra los demás, la autocompasión nos invita a ser cálidos y amables con nosotros mismos, independientemente de cómo nos comparemos con los demás.

La autocompasión también puede ser muy útil para superar la ansiedad, la depresión y muchos otros problemas de salud mental. Cuando somos amables y compasivos con nosotros mismos, nos permitimos sentir nuestras emociones en lugar de censurarnos por ellas. Al hacerlo, podemos aprender a aceptar nuestras emociones, incluso las menos agradables, y manejarlas de manera efectiva a través de habilidades de afrontamiento saludables.

Existen muchas maneras de practicar la autocompasión. Algunas técnicas útiles incluyen la meditación, la práctica de la gratitud, la práctica de mindfulness y el cuidado personal regular. 

La terapia también puede ser útil para aprender a practicar la autocompasión y convertirla en un hábito saludable.

Existen varios obstáculos que pueden dificultar la práctica de la autocompasión. Algunos de ellos incluyen:

  1. Perfeccionismo: la creencia de que debemos ser perfectos o hacer todo bien puede hacernos ser muy críticos con nosotros mismos y dificultar la aceptación de nuestros errores y debilidades.
  1. Culpa: podemos sentirnos culpables por las cosas que hemos hecho o no hemos hecho, lo que puede hacernos sentir indignos de la autocompasión.
  1. Vergüenza: a menudo, nos avergonzamos de nuestras inseguridades, debilidades y fracasos, lo que nos hace creer que no merecemos la autocompasión.
  1. Autoexigencia: puede ser difícil para algunas personas aceptar que necesitan cuidarse a sí mismas y brindarse el tiempo y la atención necesarios para hacerlo.
  1. Dificultad para sentir emociones: algunas personas pueden encontrar difícil reconocer y sentir sus propias emociones, lo que hace que les resulte difícil practicar la autocompasión.

  1. Creencias culturales y sociales: en algunos entornos culturales y sociales, la autocompasión se considera como una señal de debilidad o falta de carácter.

Para superar estos obstáculos, es importante comprender por qué se presentan y trabajar en el desarrollo de una actitud más amable, compasiva y comprensiva hacia uno mismo. La terapia puede ser una herramienta útil para ayudarnos a comprender nuestras dificultades con la autocompasión y trabajar para superarlas. Además, podemos practicar la autocompasión con ejercicios diarios, meditación, yoga, entre otras técnicas que nos ayuden a aprender y fortalecer esta habilidad emocional.

Descubriendo y Sanando las Heridas Emocionales

Las heridas de la infancia son experiencia dolorosas que pueden dejar cicatrices emocionales a lo largo de nuestras vidas. Durante esta etapa tan crucial de nuestro desarrollo, las experiencias negativas pueden tener un impacto significativo en nuestra autoestima, relaciones y bienestar general.

Al crecer, todos enfrentamos diferentes desafíos y dificultades en nuestra crianza. Algunas de estas heridas pueden ser el resultado de situaciones traumáticas, como abuso físico o emocional, negligencia o pérdida de seres queridos. Otras heridas pueden surgir de la falta de atención, apoyo emocional o validación de nuestras necesidades y sentimientos.

Estas heridas pueden tener una profunda influencia en nuestra vida adulta. Pueden generar patrones de pensamiento negativos, baja autoestima, miedo al abandono, dificultad para confiar en los demás o establecer relaciones saludables. También pueden manifestarse a través de comportamientos autodestructivos, como adicciones, problemas de alimentación o relaciones tóxicas.

Es importante reconocer y sanar estas heridas de la infancia para poder vivir una vida plena y satisfactoria. El proceso de curación implica trabajar en el autoconocimiento, aprender a establecer límites saludables, buscar apoyo terapéutico si es necesario y practicar el autocuidado.

No obstante, a pesar de las heridas de la infancia, es posible construir una vida feliz y significativa. Puede requerir tiempo y esfuerzo, pero a medida que nos adentramos en el camino de la sanación, podemos cultivar una mayor comprensión de nosotros mismos, desarrollar una autoestima más sólida y establecer relaciones más saludables.

Recuerda que todos merecemos amor, respeto y cuidado, incluso si experimentamos heridas en nuestra infancia. Al hacer frente a estas heridas y buscar la sanación, podemos encontrar una mayor paz interior y construir una vida plena de significado y conexiones positivas.

Las 5 heridas de la infancia son patrones emocionales y psicológicos que se desarrollan durante los primeros años de vida y que pueden tener un impacto significativo en nuestra vida adulta si no se abordan adecuadamente. Estas heridas pueden surgir a partir de experiencias traumáticas, rechazo, abandono, negligencia o cualquier otra forma de maltrato emocional.

La primera herida es la del rechazo, que puede dejar una profunda sensación de no ser amado o aceptado tal como uno es. Esta herida puede llevar a una baja autoestima, dificultades para establecer relaciones saludables y la creencia de que no se es lo suficientemente digno de amor.

La segunda herida es la del abandono, que se produce cuando se siente que se ha sido dejado solo o desatendido en momentos clave de la infancia. Esto puede generar miedo al compromiso, dependencia emocional y una sensación de inseguridad constante.

La tercera herida es la del abuso emocional, que implica la manipulación o devaluación continua por parte de figuras significativas en la infancia. Esto puede resultar en problemas de confianza, dificultad para expresar emociones y una sensación persistente de no ser lo suficientemente bueno.

La cuarta herida es la del abuso físico, que involucra lesiones físicas o violencia física experimentada en la infancia. Esta herida puede dar lugar a problemas de ira, miedo y dificultades para establecer límites saludables.

Finalmente, la quinta herida es la del trauma de la humillación, que ocurre cuando se es objeto de burlas, ridiculización o vergüenza en la infancia. Esto puede llevar a problemas de autoimagen, baja autoestima y dificultades para aceptarse a uno mismo.

Es importante tener en cuenta que estas heridas no definen completamente a una persona y que es posible trabajar en su sanación a lo largo de la vida. A través de la terapia, la autocompasión, el perdón y la construcción de relaciones saludables, es posible transformar el dolor en crecimiento y encontrar una mayor plenitud emocional.

Imagina cómo sería vivir sin el peso de las heridas del pasado.

No dejes que tus heridas de la infancia sigan afectando tu presente.

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El estrés y nuestro sistema inmunológico

El estrés no es bueno para su sistema inmunológico. Demasiado estrés puede hacer que tu sistema inmunológico sea suprimido, lo que aumenta directamente la probabilidad de que contraiga un virus o enfermedades más fácilmente.

El estrés percibido activa el sistema nervioso, y este a su vez influye sobre el sistema inmune a través de la producción de hormonas y neurotransmisores. Todo eso ocurre automáticamente. Las células del sistema inmunológico poseen receptores para estas hormonas lo que implica la modulación del sistema inmune. La activación prolongada de nuestros sistemas de defensas agota nuestro recursos ocasionando debilitamiento.

Disminuyendo las defensas y haciendo a nuestro organismo más predispuesto a enfermedades infecciosas.

En primer lugar, el cerebro interpreta una situación del exterior como estresante. El hipotálamo estructura cerebral encargada de coordinar conductas relacionadas con la supervivencia, envía señales eléctricas a la glándula pituitaria y esta, a su vez, envía la hormona ACTH a las glándulas suprarrenales donde es liberado el cortisol y la adrenalina.

Niveles altos de cortisol en sangre provocan una serie de cambios en los leucocitos, encargados de luchar contra enfermedades potenciales.

Por otro lado, el cortisol puede frenar la producción y acción de las citoquinas, encargadas de iniciar la respuesta inmunológica.

El cortisol también ayuda a iniciar las conductas de huida ante una situación peligrosa. Por otro lado, la adrenalina se encarga de la respuesta de alerta, genera energía por si fuese necesario escapar o luchar y aumenta el ritmo cardíaco.

El estrés se convierte en un problema cuando ocurre de manera regular sin descanso y crea sentimientos de estar fuera de control todo el tiempo. Incluso un nivel bajo de estrés puede tener efectos negativos si se vuelve crónico. El estrés puede alterar muchos sistemas del cuerpo, incluido el sistema inmunológico. 

El estrés psicológico se ha relacionado directamente con un aumento de la vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas, de ahí que no sea extraño que nos enfermemos de gripe o resfriados con una mayor habitualidad cuando nos sentimos más estresados/as.

Por ello, tanto la reducción del estrés como mantener un estado de ánimo positivo será de utilidad a la hora de aumentar las defensas.

¿Cómo conseguirlo?

  • Tranquilizarnos y mantener la calma
  • Técnicas de relajación
  •  Meditación
  •  Yoga o pilates
  • Practicar deporte
  • Bailar
  • Contacto con la naturaleza
  • Duerma Lo Suficiente
  • Alimentación balanceada
  • Uso de suplementos vitamínicos. Siempre consultando a un especialista.
  • Equinacea, Turmeric, Ashwagandha, Elderberry, Vitamina B, C,D, Zinc…

Otras estrategias para reducir el estrés incluyen:

  1. Identifica lo que está causando estrés. Controle su estado mental durante todo el día. Si se siente estresado, escriba la causa, sus pensamientos y su estado de ánimo. Una vez que sepa lo que le molesta, desarrolle un plan para abordarlo. Eso podría significar establecer expectativas más razonables para usted y para los demás o pedir ayuda con las responsabilidades del hogar, tareas u otras tareas. Haga una lista de todos sus compromisos, evalúe sus prioridades y luego elimine cualquier tarea que no sea absolutamente esencial.
  2. Construye relaciones fuertes. Las relaciones pueden ser una fuente de estrés. La investigación ha encontrado que las reacciones negativas y hostiles con su cónyuge causan cambios inmediatos en las hormonas sensibles al estrés, por ejemplo.7 Pero las relaciones también pueden servir como amortiguadores del estrés. Comuníquese con familiares o amigos cercanos y hágales saber que lo está pasando mal. 
  3. Aléjate cuando estés enojado. Antes de reaccionar, tómese el tiempo para reagruparse contando hasta 10. Luego reconsidere. Caminar u otras actividades físicas también pueden ayudarlo a desahogarse. Además, el ejercicio aumenta la producción de endorfinas, el refuerzo natural del estado de ánimo de su cuerpo. Comprométase a una caminata diaria u otra forma de ejercicio: un pequeño paso que puede marcar una gran diferencia en la reducción de los niveles de estrés.
  4. Descansa tu mente. Según la encuesta de 2012 de la APA Stress in America, el estrés mantiene despierto a más del 40 por ciento de los adultos por la noche. Para ayudar a asegurar que obtenga las siete u ocho horas de sueño recomendadas, reduzca el consumo de cafeína, elimine las distracciones como la televisión o las computadoras de su habitación y acuéstate a la misma hora cada noche. La investigación muestra que actividades como el yoga y los ejercicios de relajación no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también estimulan el funcionamiento inmune.8
  5. Consigue ayuda. Si continúa sintiéndose abrumado, consulte con un psicólogo u otro profesional de salud mental con licencia que pueda ayudarlo a aprender cómo manejar el estrés de manera efectiva. Él o ella puede ayudarlo a identificar situaciones o comportamientos que contribuyen a su estrés crónico y luego desarrollar un plan de acción para cambiarlos.
Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com

Ansiedad Comunidad LGBT

Ansiedad Comunidad LGBT

Hoy día la comunidad LGBT  esta siendo más abierta en la búsqueda de ayuda psicológica, muchos de ellos con problemas como depresión, ansiedad, aislamiento, violencia y pensamientos suicidas, así como desórdenes alimentarios y autolesiones.

“Un articulo en el Journal of Psychiatry sugiere que las personas LGBTQ tienen un mayor riesgo de experimentar una mala salud mental, con una mayor tasa de suicidio”. 

Estudios han  demostrado que los adolescentes LGBT presentan mayores tasas de bullying anti-LGBT que los jóvenes heterosexuales. Sin embargo, no todas las personas que son el objeto de burla o bullying anti- LGBT se identifican como LGBT. Muchas de estas personas sufren de este acoso porque los demás especulan acerca de su orientación sexual o porque estas personas LGBT no conforman con las expectativas de otras en cuanto al género.

Son individuos que sufren constantemente del rechazo y discrimen tanto social, familiar o escolar. Esto  en ocasiones  propicia  aislamiento, y   falta de aceptación de su sexualidad. En muchos casos esta falta de aceptación se puede presentar por años, llevando a la persona a sufrir de depresión o ansiedad. A su vez, se ven problemas de autoestima que interfieren con su desempeño personal y profesional; en algunos casos exponiéndose a conductas de riesgo tanto sexuales o uso de sustancias adictivas.

No Podemos olvidar la carga extra de eventos violentos locales e internacionales,  que han sufrido miembros de la comunidad LGBT. Esta exposición a los medios es un disparador de miedo, despertando el estrés elevado y la ansiedad generalizada.

La búsqueda de ayuda es de suma importancia. El tratamiento más eficaz para una persona con ansiedad es la terapia psicológica, esta le ayudará a minimizar el estrés y los síntomas de ansiedad. No podemos olvidar el trabajar con la aceptación de la sexualidad y los traumas que puedan estar latentes en el individuo.

Síntomas que se presentan en los diferentes trastornos de la ansiedad

  • Sensación de taquicardia
  • Presión en el pecho
  • Ahogo
  • Mareos
  • Náuseas
  • Inestabilidad
  • Irrealidad
  • Insomnios
  • Escalofríos
  • Sudoración
  • Miedo
Por. Y. Brito/ Psicóloga
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De Los Errores Se Aprende

“El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.»

 

Nunca tengas miedo de cometer errores, simplemente recuerda que no hay necesidad de cometer el mismo error dos veces.

Cada vez que fracasas en algo, no es el último fracaso, puedes trascenderlo. La próxima vez no tienes necesidad de repetirlo, la próxima vez no tienes necesidad de cometer el mismo error y la misma falla, y la próxima vez no hay necesidad de entrar al sufrimiento.

La causa más simple de nuestros errores es el desconocimiento. Entonces, cuando te equivocas aprendes algo.

Esto se aplica para los aspectos más sencillos hasta para los más complejos de la vida. Cuando desconoces algo, corres más riesgo de equivocarte.

Con el tiempo, la práctica y el enfrentamiento de los errores te conviertes en experto.

Los errores te recuerdan lo que pasaste por alto, pero fue un intento que te dejó una lección útil para el resto de tu vida.

Los errores nos permiten adaptarnos a los cambios, a diario nos encontramos con cambios. No siempre te van a gustar, pero siempre son necesarios.Los errores llegan para recordarnos que esos cambios están ahí, esperando a que los enfrentemos. Es posible que no aceptes estos cambios, pero al final te adaptarás a ellos.

Los errores te recuerdan tu humanidad, es cierto que todas las especies animales se equivocan. Sin embargo, el ser humano es el que tiene más conflictos con los errores.

No nos gustan los errores porque nos recuerdan que no somos tan perfectos como quisiéramos.

Los errores te permiten ver nuevas alternativas

¿Alguna vez te has equivocado en algo que parecía fácil y has encontrado una alternativa que ni imaginabas?

Te obligan a ver más allá de lo esperado y aprovechar alternativas que no veías.

 

No justifiques errores

Entiende los errores

Evita repetir errores

Debes de evitar sentirte culpable

 

Por. Y. Brito/ Psicologa

Psiconatural

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Anxiety Specialists

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psiconaturalpr@gmail.com

Más alla del miedo

Un ratoncito estaba angustiado porque tenía miedo al gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió en gato. Pero entonces resulta que el gato empezó a sentir miedo al perro, motivo por el cual el mago lo convirtió en perro. Una vez perro, empezó a sentir miedo a la pantera y el mago lo convirtió en pantera. Por este motivo empezó a temer al cazador. Llegados a este punto el mago se dio por vencido y dijo:
-Nada de lo que yo haga por ti te va a ser de ayuda porque siempre tendrás corazón de ratón.

Si observamos el miedo es como una muralla que no deja ver más allá, no permite que la atravieses, no permite que descubras que puede existir al otro lado.  Puede haber un sin fin de oportunidades, experiencias, las cuales no has podido disfrutar. ¿Por qué?
En ocasiones, nuestros miedos solo existentes en nuestra mente y estos son los que nos paralizan.

“Dejamos de temer aquello que empezamos a conocer”

Marie Curie

Escucha Podcast:

El miedo es el sentimiento que surge como respuesta a un peligro o amenaza, real o imaginario. El problema es cuando presentamos esa reacción ante peligros que aún no existen, sólo por la probabilidad de que ocurran. Esto nos mantiene en un estado de estrés permanente bastante negativo para nuestro cuerpo y por consecuencia afecta a nuestras acciones.Es un mecanismo de defensa, es la expresión de nuestra dificultad para lograr la armonía entre lo que somos y lo que queremos ser.
El miedo es uno de los obstáculos más peligrosos y paralizantes que existen. Y además de los más inútiles, ya que el miedo no va a resolver el problema, más bien todo lo contrario, te paraliza y te impide llegar a tus objetivos.
Muchas veces vemos las dificultades acumuladas y nos parecen insuperables, las emociones negativas nos impiden ver con claridad. La solución de un problema pasa por definirlo con claridad, y luego partirlo en problemitas, en pasos, en pequeños objetivos.
Todos los seres humanos sentimos miedo, diferentes tipos de miedos. La diferencia está en si asumimos ese miedo y cómo lo asumimos. “Debemos aprender a gestionar y superar los miedos con las herramientas que todos tenemos, porque una vez superados los miedos adquieres una fortaleza muy grande: la confianza en ti mismo”, ante ese miedo que sentimos podemos actuar de maneras diferentes: “podemos atacar, podemos huir, podemos bloquearnos. Tenemos que afrontar otra manera de ver el miedo; en vez de una dificultad.
Cómo no vas a tener miedo con lo bien que nos han educado para que lo tengamos. Comenzando por nuestros padres y la sobre protección, porque si ellos nos generan miedos es porque antes se los generaron a ellos. Sin hablar de manera global y social donde el miedo es utilizado para controlar las masas. Lo vemos a diario en los periódicos y las noticias y reflejado en el gobierno y las decisiones del pueblo ante votaciones y otros temas.
“Vamos a votar a lo que ya conocemos, que cualquier cambio puede ser peor»
Miedo a lo desconocido o salir de la zona de confort.
Nos han inculcado tanto miedo que no sabemos quiénes somos, lo que queremos, ni mucho menos cómo conseguirlo. Salirse del camino que nos han marcado está muy mal, y nos tienen que meter mucho miedo para que ninguna oveja descarriada se atreva a cuestionar.
Ese es el motivo por el que, tanto nosotros como ellos, hacemos las cosas que hacemos y nos alejamos del auténtico propósito por el que estamos aquí: vivir una vida plena, feliz y auténtica, ayudándonos unos a otros para hacer del mundo un lugar mejor. Debemos ver el miedo como una oportunidad para el aprendizaje, para expandirnos y para crecer. tenemos que ser capaces de descubrir para qué me sirve ese miedo, cómo me puedo aprovechar de él, y cómo podemos crecer. En vez de huir de él, de esconderse, lo afronto y digo `vamos a salir adelante’”.
Si tienes miedo a las alturas, no empieces en un día de subiendo al piso numero 20. Inicia subiendo de 3 en 3. Aproximarnos despacito a las cosas que no nos gustan puede facilitar que entablemos relaciones estables con ellas, logrando una exposición gradual.
Si hablar en público te causa urticaria y sudoración, prepara una presentación sencilla y preséntala a tus familiares o amigos. Si te da vergüenza bailar en público, empieza con los bailes sencillos y con personas simpáticas que no critiquen o juzguen.
Analiza el miedo
Cada momento de nuestras vidas está marcado por la huella de nuestros miedos. Lo que hacemos y dejamos de hacer, dónde vamos y con quién, el modo en que nos sentimos con nosotros mismos y con los demás, lo felices o lo tristes que estamos.
Todo ello está directamente unido a nuestros miedos, y si dejamos que éstos dicten nuestro comportamiento y restrinjan nuestra libertad, entonces dirigirán nuestras acciones y determinarán en gran medida nuestra forma de ser.

Como manejo el miedo

  • SUELTA
La resistencia al cambio y a lo desconocido, el crecimiento y la evolución siempre estarán al otro lado de lo conocido. Sal de tu zona de confort, de ese espacio conocido que te mantiene estancado y comprometido con tu pequeñez. Abraza el cambio y no dejes que tus días pasen y que en tu mente se haga cada vez más difícil la posibilidad real de que haya un cambio.
  • IDENTIFICA
De qué tamaño es tu inseguridad en tus propias habilidades y confía en que estás sostenido por algo más grande que tú y confía profundamente en ti.
  • AVANZA
Si tus sueños no te asustan, entonces no son tan ambiciosos; no te detengas porque sientes miedo, al contrario, siente el miedo y pregúntale qué mensaje tiene para ti, si pudiera hablar, qué te diría. Honra tu miedo, permite que pase, porque no eres eso y si regresa, avanza con él.
  • NO ESPERES
A que las condiciones estén perfectas para emprender la aventura de tu vida, tampoco planees muy a futuro. Da el primer paso y sobre la marcha irás descubriendo el reto de cada etapa y, con una mente abierta y anclada en el momento, descubriendo lo que el momento requiere de ti.

El dolor Estomacal y la Ansiedad

Muchos nos identificamos con  frases como;

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“siento mariposas en el estómago”

“siento los nervios en la boca del estómago”

“Siento ardor, pesadez y acides”

 

Las personas que sufren de Trastornos de ansiedad, depresión, estrés elevado o constantemente viven con preocupaciones; experimentan síntomas estomacales. Si, luego de haber visitado varios especialistas gastroenterólogos y haber descartado alguna afección medica, te enteras que todos estos síntomas son ansiedad.

Cuando atravesamos por tensiones y niveles de estrés elevados, iniciamos el proceso de activación de nuestros mecanismos de defensa para la supervivencia. Cuando activamos nuestra alerta para luchar y huir, basado en las señales que enviamos a nuestra mente de estar frente a un peligro inminente; ocurren cambios en nuestros sistemas ya que necesitamos sobrevivir. Así que se acelera nuestro sistema cardiaco, acelerando nuestras pulsaciones y algunos de nuestros órganos dejan de funcionar; uno de ellos es el estómago.

Al paralizarse, el estómago deja de segregar jugos gástricos, necesarios para el proceso de la digestión. Así comienza todo el proceso de los malestares gastrointestinales.

Cancer-de-Estomago-1.jpgEl estómago está considerado como nuestro segundo cerebro, memoria emocional, es la fuente de nuestras emociones, felicidad, tristeza, miedos. El sistema digestivo posee una red extensa de neuronas, que se encuentra entre las dos capas musculares de sus paredes. La estructura de las neuronas digestivas es totalmente idéntica a la estructura de las neuronas cerebrales y tienen la capacidad de liberar los mismos neurotransmisores, hormonas y moléculas químicas. Me refiero al sistema nervioso entérico (SNE) o nuestro segundo cerebro.

La famosa hormona de la felicidad y bienestar, la Serotonina es segregada en mayor cantidad en el Sistema digestivo. Hay que saber que la serotonina no se produce sólo en el cerebro, sino que, por el contrario, la mayor parte de ella (el 90%) se libera en el intestino. También contribuye a la reducción del apetito cuando comemos.

En niveles adecuados la serotonina produce una sensación de placer y bienestar en nuestro cuerpo, sin embargo, cuando se encuentra en niveles bajos, ya sea por una alimentación pobre o a periodos prolongados de estrés, se asocia a trastornos de ansiedad como el trastorno obsesivo-compulsivo, caracterizado por una preocupación y conducta obsesiva involuntaria. También se asocia en sus niveles más bajos a la depresión, falta de autoestima, estados agresivos, insomnio y a desequilibrios mentales.

Así que, al experimentar niveles altos de estrés, ansiedad entre otros constantemente puede ocasionar gastritis crónica, se puede decir que es la única afección medica que se puede producir a causa de la ansiedad. No obstante, ya sabemos que nos la produce, y que podemos hacer para remediarlo.

¿Cuáles son los síntomas presentes en nuestro estomago por la ansiedad?

  • Nauseas, casos que pueden llegar al vomito
  • Sensación de asfixia
  • Sensación atragantamiento
  • Diarrea, evacuaciones rápidas
  • Dolor en la laringe
  • Dolor abdominal
  • Dolor en el esófago “boca del estómago”
  • Ardor y acidez

alimentos para la ansiedad

¿Como puedo comenzar el proceso natural para disminuir estos síntomas?

Luego de haber descartado alguna afección médica, aceptar que es emocional; el conocer que te lo está produciendo, como por ejemplo tu estilo de vida, acompañado del estrés elevado, tus pensamientos negativos constantes, y la ansiedad o depresión; estarás liberándote de una presión, miedo y preocupación irracional. A que me refiero, pensar que tienes alguna enfermedad grave relacionada al sistema digestivo.

  1. Modificar estados de ánimo: modificaciones en el pensamiento, ya sea a través de la psicoterapia.
  2. Ejercicio: el ejercicio tiene un efecto antidepresivo, disminuye estrés, ayudando con la ansiedad, y algunas investigaciones han sugerido que puede ayudar a aumentar la función de la serotonina cerebral
  3. Dieta: alimentos ricos en triptófano podrían estar vinculados a la mejora del estado de ánimo, la cognición y posiblemente al aumento de nuestros niveles de serotonina.
  4. Relajación con respiración adecuadas, te ayudara a aflojar las tensiones en el área abdominal.
  5. Practica meditación, te ayudara a desconectarte y liberarte de preocupaciones.

¿Cómo relajar la boca del estómago para liberar y eliminar tensiones?

respiracion-diafragmática

En primer lugar, sitúate o colócate de pie, con las piernas algo separadas y las rodillas ligeramente flexionadas, colocando a su vez las palmas de las manos en la parte posterior de los mismos y arqueando el torso hacia atrás, soltando la cabeza.

Debemos sentir cómo se extiende la boca del estómago. Una vez hayamos completado este paso, se cierran los ojos, dejando la boca abierta para poder inspirar correctamente por la nariz y espirar –a la vez- por la nariz y por la boca.

Lo más recomendable es realizar entre diez y quince respiraciones completas, ya que la respiración ayuda a relajar el estómago. Lo ideal es, una vez finalizado el ejercicio, masajear con la yema de los dedos todo el reborde torácico.

Por: Psicologa Y. Brito, PsyM

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¿Qué es la Amaxofobia?

Ladrona7.jpgEl término Amaxofobia hace referencia a la respuesta de intenso temor e incapacidad que experimentan algunas personas al conducir un vehículo o simplemente al pensar que tienen que hacerlo.

En general, se inicia con una aguda crisis de ansiedad (a veces un ataque de pánico) mientras se está conduciendo. La intensa sensación de falta de control que esta experiencia negativa provoca, acompañada de una serie de pensamientos catastrofistas sobre lo que podría haber sucedido produce un gran impacto emocional y un fuerte temor ante la posibilidad de que la crisis se repita o se produzca finalmente un accidente de tráfico.

A menudo, estas personas albergan pensamientos del tipo “¿porqué los demás pueden y yo no..?” que acaban transformándose en afirmaciones descalificativas sobre ellos mismos “soy inferior, soy peor que cualquiera”, que erosionan la autoestima, incrementan la ansiedad y refuerzan el miedo y la inseguridad.

Es frecuente que al volver a conducir por lugares similares o por vías parecidas en las que se experimentó la primera crisis reaccionen con una gran inquietud y malestar, que transfieren progresivamente a otras situaciones de tráfico, sintiéndose cada vez más incapaces de soportar su ansiedad.

Suelen darse dos maneras de responder a esta circunstancia; o bien restringen las vías por las que circulan o abandonan la conducción, algunos poco a poco y otros de modo radical. Al final el miedo a morir o a provocar la muerte a otros va instalándose en el pensamiento y descubren que dejar de conducir es la solución a su miedo y ansiedad.

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La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual, establecida en las fases de:

  • Toma de conciencia, para conocer como se ha instaurado en nuestra conducta y como se mantiene.
  • Técnicas de afrontamiento: Técnicas de relajación y control del pensamiento catastrofista.
  • Exposición: Acercamiento progresivo a los estímulos fóbicos presentes en la conducción.

 

Por:Y. Brito/ Psicologa Psy.M

Psiconatural

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