Las ironías de la ansiedad: cuando tu mente te juega malas pasadas

Las ironías de la ansiedad: cuando tu mente te juega malas pasadas

La ansiedad, esa compañera incómoda que a menudo se presenta sin previo aviso y nos sumerge en un mar de preocupaciones y temores irracionales. Pero,

¿alguna vez has notado las ironías que rodean a este trastorno mental?

Aquí te presentamos algunas de las más destacadas:

1.⁠ ⁠La ansiedad por la incertidumbre: ¿No es irónico que la ansiedad, que es en sí misma una manifestación de la incertidumbre, a menudo nos haga preocuparnos aún más por el futuro incierto? Es como estar atrapado en un círculo vicioso donde la propia ansiedad alimenta más ansiedad.

2.⁠ ⁠La paradoja del control: Aquellos que sufren de ansiedad a menudo tienen una necesidad compulsiva de controlar todas las situaciones para evitar sentirse abrumados. Sin embargo, esta búsqueda obsesiva de control puede llevar a una mayor ansiedad, ya que es imposible controlar todos los aspectos de la vida.

3.⁠ ⁠La ironía del perfeccionismo: Muchas personas con ansiedad son perfeccionistas, buscando constantemente la excelencia en todo lo que hacen. Sin embargo, esta búsqueda implacable de la perfección solo sirve para aumentar la ansiedad, ya que nunca se sienten satisfechos con sus logros y siempre temen cometer errores.

4.⁠ ⁠La paradoja de la evitación: Es común que aquellos que sufren de ansiedad intenten evitar las situaciones que desencadenan sus síntomas. Sin embargo, esta evitación solo refuerza la ansiedad a largo plazo, ya que impide la oportunidad de aprender a manejar las situaciones estresantes de manera efectiva.

La ansiedad está llena de ironías que pueden hacer que enfrentarla sea aún más desafiante. Sin embargo, reconocer estas paradojas puede ser el primer paso hacia la comprensión y el manejo efectivo de este trastorno.

Recuerda, no estás solo en esta lucha y hay ayuda disponible para ti.

 

¡No dudes en buscar apoyo si lo necesitas!

Las mejores prácticas para lograr una higiene del sueño saludable.

Las mejores prácticas para lograr una higiene del sueño saludable.

La higiene del sueño es importante porque un sueño reparador puede tener un gran impacto en nuestro estado de ánimo, energía, productividad y bienestar general. Aquí hay algunas prácticas efectivas que pueden ayudar a lograr una higiene del sueño saludable:

1. Establecer un horario regular de sueño: Ir a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, puede ayudar a regular el reloj interno del cuerpo y mejorar la calidad del sueño.

2. Crear un entorno de sueño adecuado: La habitación debe ser tranquila, oscura, cómoda y fresca. Es recomendable utilizar cortinas opacas, tapones para los oídos, un colchón y almohadas cómodos y, si es necesario, un ventilador o aire acondicionado.

3. Limitar la exposición a pantallas antes de dormir: La exposición a luces brillantes, en particular a las pantallas de TV, tablets y smartphones, puede impedir el sueño. Trate de reducir su exposición a estas pantallas antes de acostarse y utilice la luz ambiental suave en lugar de luces brillantes.

4. Adoptar una rutina relajante: Dése tiempo para relajarse antes de acostarse. Algunas actividades que se pueden realizar incluyen tomar un baño cálido, leer un libro, meditar o hacer ejercicios de relajación.

5. Evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina: Estas sustancias pueden interrumpir el sueño y reducir la calidad del sueño. Por lo tanto, se recomienda evitar estos estimulantes antes de acostarse o en el último tramo de la jornada.

6. Hacer ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, siempre y cuando no se realice justo antes de acostarse.

7. Consultar con un médico: Si continúa teniendo problemas de sueño, consulte con un médico o un especialista del sueño para obtener una evaluación completa y determinar si hay alguna condición subyacente que pueda estar afectando su sueño.

Al implementar estas prácticas de higiene del sueño, podrá experimentar un sueño reparador y mejorar su salud y bienestar general.

El Presente

El día de hoy es un regalo. Por eso se llama presente

En el momento actual es que encontramos la verdadera paz, el amor,  la libertad y de la felicidad.

¿Cómo lograrlo?,

¿Cómo hacer para que la mente permanezca aquí y ahora todo el tiempo con todas las distracciones del mundo actual?

Meditar requiere un esfuerzo, y no todos estamos dispuestos a asumirlo.

¿Qué dirías si te preguntara a ti cuán presente estás en tu vida?

Todos pasamos tanto tiempo preocupándonos por el futuro, tratando de prepararnos para cualquier eventualidad que nos olvidamos del hoy.

Nos preocupamos con dudas tales como:

¿Qué sucede si pierdo mi trabajo?

¿Nunca encontraré el amor? ¿Cómo voy a cuidar a mis padres enfermos?

¿Cómo voy a criar y sostener a mis hijos?

Pero la verdad es que no podemos controlar la vida; la mayoría de las cosas están fuera de nuestro manejo. Además, todo puede cambiar en un instante para mejor o para peor. Por lo tanto, en lugar de tensionarnos y preocuparnos por mantener todo controlado, tal vez deberíamos aprender a soltar y confiar.

La vida es un fluir constante de momentos, y cada uno es único e irrepetible. Yo antes solía guardar las cosas nuevas que recibía o compraba para usarlas en alguna ocasión especial.

Pero me di cuenta de que cada experiencia debe ser vivida plenamente, no a medias. Mucha gente reserva lo mejor que tiene para algún momento adecuado, y la verdad es que cada momento es el adecuado.

Si quieres comenzar a conectarte con tu momento presente,el mindfulness seria una herramienta poderosa para tu vida.

Por eso te invito a que comiences a practicar y a poner toda tu energía en cada cosa que hagas y que cada mañana te despiertes pensando “este día es especial” y hagas lo que sientas que tienes que hacer. Pero hazlo hoy. No postergues tu felicidad, porque quizás ese momento que esperas nunca llegue. Sé feliz hoy.

Montaña Rusa de las Emociones.

En estos días de aislamiento social, de cuarentena por el COVID-19; las emociones se encuentran en un sube y baja. Hay días en los que la frustración, el desanimo, el enojo, se apodera de nosotros. Hay otros días donde la tristeza y la desesperanza hacen fiesta en nuestro interior, pero esas emociones son normales dentro de todos estos eventos que estamos atravesando mundialmente.

Impera la incertidumbre por el cumulo de información, el miedo al contagio de nosotros o de alguien cercano. La inestabilidad económica, soledad, el distanciamiento. 

Para poder sobrellevar efectivamente esta montaña rusa de emociones debemos transitar por ella y sus etapas de afrontamiento. Reconocerlas nos ayudará a afrontarlas de un modo más amable. A desarrollar una mentalidad positiva a pesar de las circunstancias. Nos permitirá entender que,  que por muy difícil que sean los cambios, siempre habra oportunidad de aprendizaje y crecimiento como personas y sociedad.

 

 

1. Inicio de la travesía  “Hay un virus exparciendo por el mundo». Pocos esperaban que sucediera.

2. Negación: “Esto no va a ocurrir aquí”. La negación es una fase habitual en casi todos los cambios no deseados. Es la parte más difícil de sobrellevar, nunca creemos que nos vaya a afectar a nosotros. Nos llenamos de excusas, como que China está muy lejos o que solo es una gripe más, y nos olvidamos de las evidencias: de que el mundo está globalizado, incluso hasta para las enfermedades, o que estas pueden resultar tan contagiosas que pueden colapsar el propio sistema. Durante el periodo de negación, cuando nos damos cuenta de que sí nos puede afectar, podemos desarrollar una variante: la ira o la rabia. Nos enfadamos con el sistema, con la falta de medidas que toman las autoridades, con los eventos deportivos, manifestaciones o reuniones que nos han expuesto al contagio.

El enfado hay que pasarlo, tengamos razón o no. Si nos quedamos en esta fase, estamos perdidos, porque desaprovecharemos la oportunidad de aprendizaje que existe ante cualquier crisis.

3. Miedo durante la travesía por la montaña rusa: “¿Qué nos va a pasar?¿Hasta cúando durará esto? Esta  parte es la  más profunda y paralizante que existe. El miedo, en ocasiones puede ser sano si lo vemos desde la prudencia, que nos lleva actuar adecuadamente, que nos invita a protegernos, a quedarnos en casa. Por el contrario esta el negativo, el que nos lleva a pensar de manera ilógica e irracional, desde la histeria colectiva.

Debemos comenzar a  que transitar esta etapa de forma rápida, pero sensata.

Esta emoción en muchas ocasiones llega a ser más contagiosa que la propia enfermedad. Ya que nos daña profundamente y nos vacía de la posibilidad de afrontar la crisis desde la mentalidad positiva del cambio, el sentido común y la fuerza.

4. Travesía por la montaña rusa de la tristeza  y. la vulnerabilidad.

En esta etapa ya no hay miedo ni rabia, solo desazón y  tristeza en estado puro.

Nos indentificamos, sentimos el dolor por las cifras de enfermos y fallecidos, conocemos personas afectadas o lo estamos nosotros mismos.

Este es el  momento de aceptación pura de la realidad.

En la crisis del coronavirus, la travesía por por la montaña rusa hay que afrontarla.

La buena noticia es que, la montaña rusa tiene un final, y llega el momento que nos tenemos que bajar.

Tu decides si te quedas dando vueltas sin fin, en la rabia o en la negación, pero la mayoría de las personas, tarde o temprano, conseguimos remontar la tristeza, y bajarnos en la llegada.

5. Por ultimo cuando logramos transitar la ruta llega la etapa de nuevos hábitos y confianza  en nosotros mismos. Normalizamos la realidad.

Nos ofrecemos a ayudar a otros desde la serenidad y no desde el miedo; nos reímos de la situación y, lo más importante, nos abrimos al aprendizaje. Cuanto más nos esforcemos en ver qué aspectos quiere enseñarnos esta nueva crisis, más rápido podremos atravesar la montaña rusa de las emociones y el cambio.

6. Cuando logremos bajarnos de la Montaña Rusa, travesía,  porque el coronavirus ha pasado y soy más fuerte.

Todo esto quedará guardado en la historia. Pero recuerda vendrán otras, nuevos problemas, y eso significa que estamos vivos.

Si logras hacerte consciente del proceso y aprendes como persona y como sociedad, habrá valido la pena, a pesar de las numerosas pérdidas que hayamos tenido en el camino.

Disfruta la travesía por la montaña rusa, esto pasará. Si dará miedo en el inicio, pero luego puede ser placentero.

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com

Niños en Casa

¿Qué hago con ellos?

A raíz de la crisis mundial de salud que atravesamos, muchos de nosotros tenemos la gran labor de cuidarnos y proteger a nuestros pequeñitos. Por motivos de seguridad nacional todos estarán en sus casas. Como en acontecimientos anteriores, Huracán María, el terremoto de enero; tenemos que ingeniárnosla para mantenerlos entretenidos. Todo esto sin perder de perspectiva nuestra salud física y mental como padres. Entendiendo que debemos tomarnos descansos para poder continuar. Con ello, se provoca la situación de que muchos padres que sí  tienen que seguir trabajando tienen ahora a los niños en casa, con los abuelos; muchas veces encargándose de ellos o conviviendo, mientras los padres tienen que trabajar desde el hogar en algunos casos.

¿Qué podemos hacer?

  1. Manténlos horarios habituales de comida y sueño e involucra a los niños en la creación de un nuevo plan diario.
  2. Si le dan tareas para hacer en el hogar, crear un plan de horas del día para dedicarlo a lo académico y  no perder la rutina estudios.
  3. Manténganse activos.
  • Programa actividades como ejercicio,
  • Manualidades
  • Juegos de mesa
  • Cocinar
  • Deportes en el hogar
  • Recoger su cuarto
  • Cooperar en tareas del hogar
  1. Sistema de recompensas.Sortea el tiempo que los niños podrán usar para videojuegos, celulares y cualquier dispositivo electrónico.
  2. Aunque los niños siempre deberían participar en el hogar, esto les da la oportunidad de ganarse el tiempo y desarrollar independencia.
  3. Mantenerlos alejados de noticias alarmantes, explicarles con racionalidad y con palabras entendibles para su edad lo que esta sucediendo, pero teniendo en cuenta siempre la importancia del autocuidado e higiene.
  4. Aunque no salgan del hogar, mantener la dinámica del lavado de manos y superficies.
  5. Conversación sobre la emergencia, No debe decirle a un niño que expresó su preocupación es “no te preocupes”: “Lo que es mejor, es decir: ‘¿Dime qué te preocupa? ¿Qué has escuchado en la escuela? ¿Qué dicen los niños?’ Y luego, juntos, pueden explorar lo que es real, lo que no es real”, recomendó.

Usted como madre y padre

Siempre recuerde que, si usted esta bien ellos lo estarán, debe cuidarse tanto física, mental y emocionalmente para poder lidiar con lo que ocurra día a día.

Recuerde trabajar con sus emociones, el estrés, ansiedad, sentimientos de frustración, para no transmitirlo a nuestro pequeño; sin perder de perspectiva que somos humanos y quizás no podamos tener control en algún momento de alguna emoción.

No te sientas culpable si en algún momento del día decides tomar un descanso, debes tomarlo si o si. Recuerda no eres una maquina y debes descansar para que tu sistema inmunológico este fortalecido.

  1. Mantente hidratando tu cuerpo y motivando a tus hijos a que lo hagan también.
  2. Has alguna actividad física dentro del hogar sola o con tus pequeños.
  3. Toma un tiempo para desconectarte de las redes sociales, exceso de noticias.
  4. Practica durante el día alguna relajación, ejercicios de respiración, estiramientos.
  5. Sobre todas las cosas, si sales del hogar a trabajar o comprar algo, desinfecta, no olvides lavar tus manos al llegar a tu hogar.

¡Protegiéndonos, nos protegemos todos!

Por. Y. Brito/ Psicóloga
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El estrés y nuestro sistema inmunológico

El estrés no es bueno para su sistema inmunológico. Demasiado estrés puede hacer que tu sistema inmunológico sea suprimido, lo que aumenta directamente la probabilidad de que contraiga un virus o enfermedades más fácilmente.

El estrés percibido activa el sistema nervioso, y este a su vez influye sobre el sistema inmune a través de la producción de hormonas y neurotransmisores. Todo eso ocurre automáticamente. Las células del sistema inmunológico poseen receptores para estas hormonas lo que implica la modulación del sistema inmune. La activación prolongada de nuestros sistemas de defensas agota nuestro recursos ocasionando debilitamiento.

Disminuyendo las defensas y haciendo a nuestro organismo más predispuesto a enfermedades infecciosas.

En primer lugar, el cerebro interpreta una situación del exterior como estresante. El hipotálamo estructura cerebral encargada de coordinar conductas relacionadas con la supervivencia, envía señales eléctricas a la glándula pituitaria y esta, a su vez, envía la hormona ACTH a las glándulas suprarrenales donde es liberado el cortisol y la adrenalina.

Niveles altos de cortisol en sangre provocan una serie de cambios en los leucocitos, encargados de luchar contra enfermedades potenciales.

Por otro lado, el cortisol puede frenar la producción y acción de las citoquinas, encargadas de iniciar la respuesta inmunológica.

El cortisol también ayuda a iniciar las conductas de huida ante una situación peligrosa. Por otro lado, la adrenalina se encarga de la respuesta de alerta, genera energía por si fuese necesario escapar o luchar y aumenta el ritmo cardíaco.

El estrés se convierte en un problema cuando ocurre de manera regular sin descanso y crea sentimientos de estar fuera de control todo el tiempo. Incluso un nivel bajo de estrés puede tener efectos negativos si se vuelve crónico. El estrés puede alterar muchos sistemas del cuerpo, incluido el sistema inmunológico. 

El estrés psicológico se ha relacionado directamente con un aumento de la vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas, de ahí que no sea extraño que nos enfermemos de gripe o resfriados con una mayor habitualidad cuando nos sentimos más estresados/as.

Por ello, tanto la reducción del estrés como mantener un estado de ánimo positivo será de utilidad a la hora de aumentar las defensas.

¿Cómo conseguirlo?

  • Tranquilizarnos y mantener la calma
  • Técnicas de relajación
  •  Meditación
  •  Yoga o pilates
  • Practicar deporte
  • Bailar
  • Contacto con la naturaleza
  • Duerma Lo Suficiente
  • Alimentación balanceada
  • Uso de suplementos vitamínicos. Siempre consultando a un especialista.
  • Equinacea, Turmeric, Ashwagandha, Elderberry, Vitamina B, C,D, Zinc…

Otras estrategias para reducir el estrés incluyen:

  1. Identifica lo que está causando estrés. Controle su estado mental durante todo el día. Si se siente estresado, escriba la causa, sus pensamientos y su estado de ánimo. Una vez que sepa lo que le molesta, desarrolle un plan para abordarlo. Eso podría significar establecer expectativas más razonables para usted y para los demás o pedir ayuda con las responsabilidades del hogar, tareas u otras tareas. Haga una lista de todos sus compromisos, evalúe sus prioridades y luego elimine cualquier tarea que no sea absolutamente esencial.
  2. Construye relaciones fuertes. Las relaciones pueden ser una fuente de estrés. La investigación ha encontrado que las reacciones negativas y hostiles con su cónyuge causan cambios inmediatos en las hormonas sensibles al estrés, por ejemplo.7 Pero las relaciones también pueden servir como amortiguadores del estrés. Comuníquese con familiares o amigos cercanos y hágales saber que lo está pasando mal. 
  3. Aléjate cuando estés enojado. Antes de reaccionar, tómese el tiempo para reagruparse contando hasta 10. Luego reconsidere. Caminar u otras actividades físicas también pueden ayudarlo a desahogarse. Además, el ejercicio aumenta la producción de endorfinas, el refuerzo natural del estado de ánimo de su cuerpo. Comprométase a una caminata diaria u otra forma de ejercicio: un pequeño paso que puede marcar una gran diferencia en la reducción de los niveles de estrés.
  4. Descansa tu mente. Según la encuesta de 2012 de la APA Stress in America, el estrés mantiene despierto a más del 40 por ciento de los adultos por la noche. Para ayudar a asegurar que obtenga las siete u ocho horas de sueño recomendadas, reduzca el consumo de cafeína, elimine las distracciones como la televisión o las computadoras de su habitación y acuéstate a la misma hora cada noche. La investigación muestra que actividades como el yoga y los ejercicios de relajación no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también estimulan el funcionamiento inmune.8
  5. Consigue ayuda. Si continúa sintiéndose abrumado, consulte con un psicólogo u otro profesional de salud mental con licencia que pueda ayudarlo a aprender cómo manejar el estrés de manera efectiva. Él o ella puede ayudarlo a identificar situaciones o comportamientos que contribuyen a su estrés crónico y luego desarrollar un plan de acción para cambiarlos.
Por. Y. Brito/ Psicóloga
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Cibercondría

Todos sin exclusión de persona a sentido alguna incomodidad física y ha buscado en internet.  Sabemos que hay infinidad de paginas con diferente información desde las confiables hasta las que no. Pero al momento eso no es importante, todo lo que queremos es una explicación a lo que sentimos. No obstante, hay personas que son mas sensibles que otros ante la información que encuentren, además influye mucho si ya cuentas con un historial previo de ansiedad.

Puede ser una herramienta de mucha ayuda, pero a la vez muy dañina

¿Porqué?

Sabemos que tan pronto coloques en el buscador, dolor de Cabeza, te va aparecer posibles causas desde stress hasta un tumor cerebral; A su vez posibles tratamientos.

¿Cúando es un problema?

Cuando decidimos depositar mayor confianza en la información que recopilamos de internet, que en nuestros médicos. 

Actualmente el trastorno de ansiedad por enfermedad (Hipocondría)

Son personas que se preocupan excesivamente de enfermarse. Se  ha dividido esta conducta en dos trastornos: trastorno de síntomas somáticos (aquellos que malinterpretan los síntomas físicos de rutina como dolores de cabeza o fatiga como enfermedad grave) y el trastorno de ansiedad por enfermedad.

Los individuos que sufren del trastorno de ansiedad por enfermedad están preocupados por tener o contagiarse de una enfermedad grave, a pesar de no tener síntomas o que el síntoma sea muy leve. Son sumamente ansiosos sobre la salud y la enfermedad, y sus preocupaciones no se calman por el resultado de exámenes, algunos se ponen demasiado ansiosos, inclusive para ver a un médico.

Suelen ser las personas que constantemente buscan en paginas de internet síntomas y posibles remedios, siendo esto un detonante de ataques de pánico y aumento de ansiedad. Muchos investigadores han estudiado el tema. Con base en ellos podemos señalar que la cibercondría se refiere a la búsqueda excesiva y repetida de información médica en Internet y puede considerarse como un uso problemático de Internet relacionado con la salud. Se asocia positivamente con la ansiedad por la salud y los síntomas obsesivo-compulsivos.

Síntomas

  • Convicción de que hay una enfermedad presente aunque los síntomas sean inexistentes o muy leves
  • Consultas frecuentes al médico o miedo de visitar al médico
  • Chequearse el cuerpo constantemente para detectar señales de enfermedad
  • Ansiedad intensa durante las citas con el médico
  • Solicitar ver a varios médicos por el mismo problema menor y tornarse crecientemente frustrado y ansioso ante la falta repetida de diagnóstico
  • Sentir o expresar grave alarma al leer o escuchar sobre enfermedades y problemas de salud
  • Investigación excesiva en el Internet sobre la supuesta enfermedad
  • Evitar actividades que podrían poner en peligro su salud, como visitar a parientes enfermos o hacer ejercicios

Elimina la búsqueda en internet

Tanta información proveniente de fuentes tan diversas podemos frustrarnos u obsesionarnos.  Deja a un lado el celular y las computadoras. Si bien es saludable cuidar tu salud física y emocional, por otro lado la búsqueda de explicaciones puede ser agotador y afecta a largo plazo tu calidad de vida.

En cuanto a tratamiento especifico para la cibercondría, se encuentran en investigaciones actualmente para poder especificar que trastornos psicológicos están mas vinculados al termino y de esa manera saber que terapia es mas efectivas. No obstante, es posible que las intervenciones de CBT dirigidas a los problemas relacionados con Internet y la ansiedad; puedan aportar resultados deseados en el tratamiento de la cibercondría

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Suelta las expectativas

Suelta las expectativas

Vivimos frustrados, padeciendo de ansiedad patológica, en ocasiones hasta un cuadro clínico de depresión. Muchas veces la frustración viene acompañada de las expectativas, esas suposiciones irreales de que las personas o situaciones, deben ser como queremos o esperamos que sean. Pero recuerda nadie te va dar lo que no quiere dar, nadie te va dar lo que no puede dar. Igual que no somos gurús, ni magos para cambiar el mundo nosotros solos.

Las expectativas es medir tu realidad en base a ideas, creencias preconcebidas, que mientras mas lejos del momento presente, mas frustración te va a generar y gastaras energía.

Recuerda que las expectativas es imaginarte algo que va a pasar, lo que yo espero que suceda respecto algo o alguien. Una suposición que esta puesta en el futuro. Estas dependiendo de tus deseos, creencias, tus valores y como percibes lo que te rodea.

Tanto vivir sin expectativas como tener expectativas poco realistas no nos permiten ser libres. Muchas veces, creemos que por el hecho de desear algo en concreto, tiene obligatoriamente que ocurrir. Pero la realidad es que lo que tenga que suceder, va a suceder, estemos o no de acuerdo.

Debemos soltar el esquema mental  esto debería ser así”, “ o el debería tratarme así”, ya que nos estamos volviéndonos esclavos de lo que esperamos, estamos viviendo ante la espera de que todo funcione como queremos, que salgan como nos gusta, que los demás nos traten como pensamos que deberían tratarnos.

Esto nos debilita a nivel emocional y nos genera ansiedad y en ocasiones Podemos sufrir de depresión.

Suelta las expectativas y abraza lo que viene.

Aprende a diferenciar  lo que es controlable y lo que no.

Por mucho que a mi me guste algo, no significa que obligatoriamente tenga que ocurrir.

Cuando albergamos expectativas irreales en nuestra vida, estamos imponiendo y exigiendo que debe ser, cuando no es no lo es.

Hazte las siguientes preguntas:

¿Dónde dice que todo siempre va salir bien?

¿Todos me van a tratar como yo pienso que me lo merezco?

¿Puedo controlar el comportamiento de los demás?

Ejercicio

Anota en un papel todas tus expectativas, hacia a ti, los demás y el mundo. Luego modifícalas en cuanto a la realidad. Se que te gustaría que se cumplieran, pero recuerda no necesariamente sea así. Pero pase lo que pase acéptalo y fluye.

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¿Todo esto que siento, es ansiedad?

¿Todo esto que siento, es ansiedad?

La ansiedad se caracteriza por presentar tanto síntomas fisiológicos, cognitivos o conductuales, todos ellos incomodos, y para algunas personas incapacitante.

Lo importante antes de iniciar un proceso psicoterapéutico es descartar que algunos de los síntomas presentes no son ocasionados por alguna afección  medica. Pero esa indagación deber ser fluyendo con el proceso y no, uno lleno de pánico o preocupación excesiva. Luego de descartar y aceptes que estas sano y que tu organismo esta funcionando con normalidad, te darás cuenta que es ansiedad.

Nuestro organismo activa el Sistema Nervioso Simpático, responsable de muchos de los síntomas presentes cuando se activa la ansiedad. El  sistema nervioso simpático prepara el cuerpo para situaciones que requieren estado de alerta o fuerza, como situaciones que despiertan temor, ira, emoción o vergüenza (situaciones de “lucha o huida”). En este tipo de situaciones, el sistema nervioso simpático estimula los músculos cardíacos para aumentar la frecuencia cardíaca, dilata los bronquios de los pulmones (incrementa la retención de oxígeno) y causa la dilatación de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón y los músculos esqueléticos (aumentando el suministro de sangre).

Al conocer como funciona nuestro Sistema nervioso ante nuestros pensamientos, sentimientos y reacciones, Podemos identificar cuando lo que estoy sintiendo es producto de ansiedad y no de alguna condición de salud grave (si ya descarte).

Síntomas comunes presentes en la ansiedad

  • Síntomas Fisiologicos: (taquicardias, sudoración, náuseas…),
  • Síntomas psicológicos: (agobio, inseguridad, temor a perder el control…),
  • Síntomas conductuales: (bloqueos, impulsividad, cambios en la expresión corporal…),
  • Síntomas cognitivos: (pérdida de concentración, rumiación, susceptibilidad…)
  • Síntomas sociales: (irritabilidad, dificultades para expresar las opiniones, ensimismamiento…).

 

Si estas presentando sintomas que ya estan ocasionando deterioro en tus actividades diarias, busca ayuda de algun especialista de la salud mental.

 

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¿Ansiedad en la Universidad?

Los universitarios constituyen un grupo de riesgo para la ansiedad por sus exigencias psicológicas, sociales, académicas y elevado estrés. 

Todos  los  individuos  experimentan  ansiedad en alguna etapa de su vida; esta se caracteriza por una sensación de aprensión difusa, desagradable y vaga, que  se  manifestar por la incapacidad de estar  sentado o  de  pie durante un tiempo, y a menudo se acompaña de síntomas como cefalea, taquicardia, opresión torácica, malestar  estomacal e inquietud.  En  una  condición clínica normal,  es  una  señal  de alerta  que advierte de un peligro inminente y permite al individuo tomar medidas para afrontar  dicha amenaza

Un porciento alto de jóvenes universitarios se encuentran atravesando por episodios de ansiedad generalizada o ataques de pánico. Muchos de ellos han tenido que recurrir a tratamiento farmacológico para poder culminar con sus estudios.

La incertidumbre, las preocupaciones acerca de los plazos constantes y la presión para mantener un buen equilibrio entre el estudio y la vida personal pueden ser muy difíciles de manejar, pero hay maneras de ayudar a minimizar la ansiedad de la universidad.

En consulta a diario llegan jóvenes con miedo a su futuro, con cuestionamientos sobre:

¿La ansiedad me va permitir terminar mi Carrera?

¿Esto a durar toda la vida?

¿Me estoy volviendo loco?

 

Todos esos pensamientos y miedo, les aumenta la ansiedad, creando así el ciclo del miedo al miedo.

 

¿Pero que esta ocasionado que muchos estén experimentando ansiedad patológica?

  • Las exigencias sociales, familiares y la competitividad laboral.
  • Las escasas oportunidades laborales
  • Presiones académicas, con poco tiempo para realizarlas.
  • Altos costos en créditos y la necesidad de trabajar a la vez.
  • Poca orientación sobre sus habilidades e intereses vocacionales.

 

En fin… exigencias, expectativas y presiones

Sin contar con  el perfeccionismo, el control y las auto exigencias.

Cómo lidiar con la ansiedad en la universidad

 

No te exijas tanto

No seas autocrítico, No te concentre en tus errores o fallos y anímese a no darse por vencido.

Busca un entretenimiento

Una liberación de estrés, o un momento en el que no estés pensando en el título, es muy importante. 

Expresa a otros como te siente

Uno de los errores más grandes que cometen los estudiantes universitarios cuando se trata de la salud mental es mantener sus ansiedades reprimidas. Recuerda puedes estar rodeado de personas que están pasando por las mismas experiencias. Hablar de tus problemas te ayudará a sentirte menos aislado y solo y ayudarás a otros.

Cuida tu salud física

Dormir lo suficiente es muy importante, y el ejercicio también es una ayuda que rebaja el estrés y la ansiedad. No es necesario que elijas algo demasiado energético, ya que el yoga y la meditación pueden ser realmente útiles.

Comer sano y mantenerte hidratado también te hará sentir mejor. Este tipo de autocuidado puede tener un gran impacto positivo en la ansiedad y el estrés.

Busca Ayuda

Si sientes que está intentando todo, pero tu ansiedad todavía está afectando tu vida cotidiana, puede valer la pena considerar hablar con un especialista. Deja a un lado la vergüenza y la estigma asociada con problemas de salud mental.

 

 

 

 

 

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