Cuando se vive con ciertos niveles de ansiedad se buscan diferentes maneras para no sentir esto desagradable, muchas persones para evitar y huir de ella recurren a uso desmedido de alcohol, sustancias controladas, sexo, todo lo que puedes hacer compulsivamente, en exceso que te distraiga, incluso las redes sociales. Como Sociedad vivimos huyendo de lo que sentimos, nos refugiamos en series de televisión, abrir el Facebook cada 5 minutos.
La adicción es como una herramienta para lidiar con la ansiedad, como el uso excesivo de la nicotina, por eso cuando se habla de trabajar con la ansiedad, hay que auscultar esa parte emocional, descubrir la verdadera razón del uso desmedido, que la persona sepa qué hacer con la ansiedad. Muchas veces nos enfocamos en erradicar la adicción, pero que hacemos cuando regresa o permea la ansiedad. En ocasiones la persona sustituye una adicción por otra, por ejemplo, comer sin control, comprar o trabajar.
Evitamos por todos los medios sentir, conectarnos con nuestras emociones, llorar desahogarnos, pensamos que las adiciones te hacen sentir en control, pero es una ilusión, porque te alegan de lo que necesitas sanar, se sentir, de encontrarte contigo mismo.
También la ansiedad puede hacer aparición en los momentos de abstinencia, puede ser desde un día después de haber consumido o bien cuando dejas de consumir después de mucho tiempo. Lógicamente tu cuerpo pasa por un proceso de readaptación, de cambios internos, suelen ser incomodos, y quizás la persona no está acostumbrada a ellos y aparece la ansiedad. De hecho, se ha descrito un trastorno de ansiedad que considera que la misma puede estar inducida por sustancias (o, dicho de otro modo, ser consecuencia de su uso frecuente y excesivo). En el trastorno de ansiedad inducido por sustancias, los síntomas de ansiedad están asociados al consumo, abuso o dependencia de una droga (cafeína, nicotina, alcohol, cannabis, cocaína, heroína, éxtasis, etc.). Los consumidores habituales de drogas presentan niveles de ansiedad más altos que los no consumidores, incluso después de haber abandonado el consumo (incluso periodos superiores a los seis meses).
A veces, en otras situaciones incluso todavía más cotidianas, como, por ejemplo, cuando una persona intenta dormir, trabajar, o estudiar, surge también la ansiedad. Algunas personas experimentan fuertes reacciones de ansiedad en su vida cotidiana e intentan reducir su malestar tomando algún tranquilizante o ansiolítico. Muchas personas llegan a convertirse en grandes adictos de estas drogas legales.
La ansiedad suele hacer aparición en momento de poca tolerancia y frustración, cuando no sucede lo que quieres. Así que la ansiedad puede aparecer antes o después de las adicciones, y en ocasiones es motivo de recaídas, y también el hecho de que en el proceso de abstinencia es fácil recaer porque realmente el cuerpo lo está pidiendo, quizás porque sucedió algo en proceso que no pudiste tolerar, alguna tristeza, molestia o la ansiedad. No es que no puedas vivir sin consumir, si no que no sabes cómo lidiar con tus emociones.
Lipschitz (1988) llega a afirmar que las causas más frecuentes de ansiedad son la intoxicación por drogas y los síndromes de abstinencia. Este autor revisa un gran número de estudios sobre relaciones entre diversas drogas (cafeína, marihuana, nicotina, neurolépticos, alcohol, tranquilizantes, heroína y metadona) con la ansiedad. Las conclusiones más importantes a las que llega son las siguientes:
- La cafeína generalmente causa o exacerba la ansiedad. La abstinencia suele producir dolores de cabeza y adormecimiento. En personas que padecen trastornos de ansiedad puede aumentar considerablemente su sintomatología.
- La marihuana generalmente produce ansiedad. La intoxicación aumenta los síntomas de per- sonas con trastornos previos de ansiedad. Su efecto no se limita a personas novatas en el consumo de esta droga, sino que se han observado ataques de pánico repentinos en consumidores habituales. Estos ataques de pánico son más frecuentes en personas que padecen este tipo de trastorno, o si la marihuana se ingiere.
- La ansiedad puede también producirse por intoxicación con nicotina de tabaco o de otras fuentes. Esta ansiedad es usualmente de duración breve, ya que la nicotina es eliminada rápidamente
- La abstinencia de diversos tipos de drogas puede producir ansiedad. Quizás el caso más común es el del alcohol, pero también sucede con tranquilizantes menores o el tabaco. En general, el comienzo y la duración del síndrome de abstinencia varía de unos tranquilizantes a otros, dependiendo del tiempo que dura su efecto.
- La ansiedad es también un síntoma común de la abstinencia de los narcóticos. Aquí, también, la demora de los síntomas depende de la duración de la acción del narcótico.
El síndrome de abstinencia de la heroína puede ocurrir después de unas horas desde la última dosis, mientras que los síntomas del síndrome de abstinencia de la metadona pueden retrasarse varios días.
El abuso de sustancias tóxicas susceptibles de adicción a la larga produce tres fenómenos característicos: 1) tolerancia, es decir la necesidad de aumentar progresivamente la dosis para producir los mismos efectos; 2) dependencia psíquica, o habituación; y 3) dependencia física, que se refiere a la aparición de síntomas físicos (síndrome de
El síndrome de abstinencia
Incluye una serie de síntomas físicos característicos de la alta activación fisiológica, propia de los estados de ansie- dad. Otros síntomas son igualmente desagradables e incluso dolorosos. Por ello, el adicto teme al síndrome de abstinencia. Probablemente, este temor hace aumentar, a su vez, los síntomas de activación fisiológica.
El síndrome de deprivación alcohólica varía desde una sintomatología ansiosa (temblores, alteraciones del sueño, etc.) hasta reacciones más severas, tales como convulsiones o el delirium tremens. En los alcohólicos la abstinencia del consumo de alcohol suele producir ansiedad, temblores, insomnio, náuseas, vómitos, anorexia, sudoración, etc., es decir, alta activación adrenérgica. Estos síntomas se incrementan cuando hay algún tipo de estrés emocional adicional, o cuando hay un pobre control de la ansiedad y el miedo que producen estos mismos síntomas. Las alucinaciones y el delirium tremens, cuando se producen, suponen también trastornos perceptivos e ilusiones, además de una activación autonómica exacerbada.
El síndrome de abstinencia de las benzodiazepinas incluye síntomas tales como ansiedad, náuseas, cefalea, alteraciones de la percepción, incapacidad para conciliar el sueño, e incluso con- vulsiones generalizadas, o delirio. La supresión en el consumo habitual de la cocaína suele producir insomnio, aumento de la actividad motora e incluso ideas suicidas, pudiendo aparecer también delirio. Los opiáceos presentan un cuadro de absti- nencia que puede incluir insomnio, agitación, piloerección, contracturas, calambres, dolor muscular, dolor abdominal, taquicardia, hipertensión, fiebre, hiperventilación, anorexia, náuseas, agitación, diarrea, vómitos, etc.
Se han encontrado diferentes variables a tener en cuenta a la hora de seleccionar el tratamiento concordante (tipo de paciente y tipo de tratamiento), una de las encontradas es la ansiedad, como variable relacionada con el consumo (de alcohol o tabaco) para reducir el malestar subjetivo y la activación fisiológica. Los sujetos que consumen con estos fines necesitan en su tratamiento técnicas de reducción de ansiedad. Esto es especialmente indicado a la hora de programar la prevención de recaídas. A la hora de decidir qué técnicas de reducción de ansiedad se deben aplicar, primero hay que hacer una evaluación individual que incluya las manifestaciones de la ansiedad en los tres sistemas de respuesta y ante diferentes situaciones, para después aplicar los principios del punto anterior.
Por eso es importante no enfocarse tanto en la conducta adictiva, si no en lo que subyase debajo de esa adiccion, enfrentar la ansiedad y el dolor emocional.
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Aceptando
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Sintiendo
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Desahogando
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Aprendiendo a usar tus emociones
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Comparando como a medida que vas manejando la ansiedad, va disminuyendo la adicción.
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Por. Y. Brito/ Psicologa
Psiconatural
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Anxiety Specialists
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