Las ironías de la ansiedad: cuando tu mente te juega malas pasadas

Las ironías de la ansiedad: cuando tu mente te juega malas pasadas

La ansiedad, esa compañera incómoda que a menudo se presenta sin previo aviso y nos sumerge en un mar de preocupaciones y temores irracionales. Pero,

¿alguna vez has notado las ironías que rodean a este trastorno mental?

Aquí te presentamos algunas de las más destacadas:

1.⁠ ⁠La ansiedad por la incertidumbre: ¿No es irónico que la ansiedad, que es en sí misma una manifestación de la incertidumbre, a menudo nos haga preocuparnos aún más por el futuro incierto? Es como estar atrapado en un círculo vicioso donde la propia ansiedad alimenta más ansiedad.

2.⁠ ⁠La paradoja del control: Aquellos que sufren de ansiedad a menudo tienen una necesidad compulsiva de controlar todas las situaciones para evitar sentirse abrumados. Sin embargo, esta búsqueda obsesiva de control puede llevar a una mayor ansiedad, ya que es imposible controlar todos los aspectos de la vida.

3.⁠ ⁠La ironía del perfeccionismo: Muchas personas con ansiedad son perfeccionistas, buscando constantemente la excelencia en todo lo que hacen. Sin embargo, esta búsqueda implacable de la perfección solo sirve para aumentar la ansiedad, ya que nunca se sienten satisfechos con sus logros y siempre temen cometer errores.

4.⁠ ⁠La paradoja de la evitación: Es común que aquellos que sufren de ansiedad intenten evitar las situaciones que desencadenan sus síntomas. Sin embargo, esta evitación solo refuerza la ansiedad a largo plazo, ya que impide la oportunidad de aprender a manejar las situaciones estresantes de manera efectiva.

La ansiedad está llena de ironías que pueden hacer que enfrentarla sea aún más desafiante. Sin embargo, reconocer estas paradojas puede ser el primer paso hacia la comprensión y el manejo efectivo de este trastorno.

Recuerda, no estás solo en esta lucha y hay ayuda disponible para ti.

 

¡No dudes en buscar apoyo si lo necesitas!

¿Cuando la ansiedad se convierte en un Trastorno?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro. En dosis moderadas, la ansiedad puede ser útil, ya que nos alerta y nos prepara para afrontar desafíos. Sin embargo, la ansiedad se convierte en un trastorno cuando es excesiva, persistente y afecta negativamente la vida diaria de una persona.

Los trastornos de ansiedad incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social, y otros. Para ser considerado un trastorno, la ansiedad debe ser abrumadora, interferir con las actividades normales y durar un período prolongado. Los síntomas pueden incluir preocupación constante, nerviosismo excesivo, miedo irracional, tensión muscular, sudoración, temblores y problemas para dormir.

1. Tipos de Trastornos de Ansiedad: Además de los trastornos que mencioné anteriormente, existen otros como el trastorno de ansiedad por separación, trastorno de ansiedad por enfermedad, fobias específicas y trastorno obsesivo-compulsivo. Cada uno tiene sus características particulares.

2. Causas: Los trastornos de ansiedad pueden tener múltiples causas, que van desde factores genéticos y biológicos hasta experiencias traumáticas o altos niveles de estrés. A menudo, una combinación de factores contribuye a su desarrollo.

3. Síntomas Físicos y Emocionales: Los síntomas de la ansiedad pueden variar, pero comúnmente incluyen palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, tensión muscular, inquietud, preocupación excesiva, irritabilidad y evitación de situaciones temidas.

 

Diagnóstico:

El diagnóstico de un trastorno de ansiedad se realiza mediante la evaluación de un profesional de la salud mental. Es importante describir con precisión tus síntomas y proporcionar información sobre su duración e impacto en tu vida cotidiana.

 Tratamiento:

Los tratamientos para los trastornos de ansiedad suelen incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, terapia farmacológica en algunos casos y técnicas de relajación. La elección del tratamiento depende de la gravedad y tipo de trastorno.

Prevención:

La prevención de la ansiedad implica la gestión efectiva del estrés, el autocuidado y la identificación temprana de síntomas. Aprender a lidiar con la ansiedad de manera saludable es fundamental.

Calidad de Vida:

El tratamiento exitoso de los trastornos de ansiedad puede mejorar significativamente la calidad de vida. Las personas pueden aprender a manejar sus síntomas y llevar una vida plena y funcional.

Recuerda que si estás experimentando síntomas de ansiedad o crees que podrías tener un trastorno de ansiedad, es fundamental buscar ayuda profesional. Los psicólogos y psiquiatras son expertos en este campo y pueden proporcionar el apoyo necesario.

Las mejores prácticas para lograr una higiene del sueño saludable.

Las mejores prácticas para lograr una higiene del sueño saludable.

La higiene del sueño es importante porque un sueño reparador puede tener un gran impacto en nuestro estado de ánimo, energía, productividad y bienestar general. Aquí hay algunas prácticas efectivas que pueden ayudar a lograr una higiene del sueño saludable:

1. Establecer un horario regular de sueño: Ir a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, puede ayudar a regular el reloj interno del cuerpo y mejorar la calidad del sueño.

2. Crear un entorno de sueño adecuado: La habitación debe ser tranquila, oscura, cómoda y fresca. Es recomendable utilizar cortinas opacas, tapones para los oídos, un colchón y almohadas cómodos y, si es necesario, un ventilador o aire acondicionado.

3. Limitar la exposición a pantallas antes de dormir: La exposición a luces brillantes, en particular a las pantallas de TV, tablets y smartphones, puede impedir el sueño. Trate de reducir su exposición a estas pantallas antes de acostarse y utilice la luz ambiental suave en lugar de luces brillantes.

4. Adoptar una rutina relajante: Dése tiempo para relajarse antes de acostarse. Algunas actividades que se pueden realizar incluyen tomar un baño cálido, leer un libro, meditar o hacer ejercicios de relajación.

5. Evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina: Estas sustancias pueden interrumpir el sueño y reducir la calidad del sueño. Por lo tanto, se recomienda evitar estos estimulantes antes de acostarse o en el último tramo de la jornada.

6. Hacer ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, siempre y cuando no se realice justo antes de acostarse.

7. Consultar con un médico: Si continúa teniendo problemas de sueño, consulte con un médico o un especialista del sueño para obtener una evaluación completa y determinar si hay alguna condición subyacente que pueda estar afectando su sueño.

Al implementar estas prácticas de higiene del sueño, podrá experimentar un sueño reparador y mejorar su salud y bienestar general.

«Cognitivo conductual: Venciendo la ansiedad mediante el poder de los pensamientos»

El enfoque cognitivo conductual es un tratamiento eficaz para la ansiedad. Esta terapia se centra en la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos de una persona y cómo estos factores pueden contribuir a la ansiedad.

Los terapeutas de la terapia cognitivo conductual trabajan para identificar los pensamientos negativos y distorsionados que pueden estar contribuyendo a la ansiedad de una persona. Luego, ayudan a la persona a reemplazar esos pensamientos negativos con pensamientos más realistas y positivos.

Además, la terapia cognitivo conductual a menudo utiliza técnicas de exposición, que implican exponer gradualmente a la persona a las situaciones que le causan ansiedad. La exposición ayuda a la persona a aprender a manejar y tolerar situaciones que podrían haber evitado anteriormente debido a su ansiedad.

La terapia cognitivo conductual también se enfoca en cambiar los comportamientos de una persona que podrían estar contribuyendo a la ansiedad.

Por ejemplo, si una persona evita ciertas situaciones debido a su ansiedad, el terapeuta trabajará para ayudar a la persona a enfrentar esas situaciones de manera gradual para que pueda superar su miedo.

Ejemplos de Terapias Cognitivo Conductual

1. Técnicas de relajación y respiración para controlar la ansiedad o la ira.
2. Identificación de pensamientos negativos automáticos y su sustitución por pensamientos positivos.
3. Técnicas de desensibilización sistemática para superar fobias y traumas.
4. Técnicas de exposición gradual para superar trastornos obsesivo-compulsivos.
5. Técnicas de resolución de problemas para afrontar situaciones estresantes y resolver conflictos.
6. Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad.
7. Regulación de la conducta alimentaria y la gestión de la pérdida de peso.
8. Terapia de pareja y terapia familiar para mejorar las relaciones interpersonales.
9. Técnicas para mejorar el sueño y el insomnio.
10. Técnicas para mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo.

Caso Real- Nombre Ficticio

Juan es un joven de 24 años que sufre de ansiedad social. Le cuesta mucho relacionarse con personas nuevas, hablar en público y expresar sus opiniones en grupos. Debido a su miedo al rechazo y a ser evaluado negativamente, Juan evita situaciones sociales y se siente muy incómodo en reuniones familiares o en el trabajo. En una sesión de terapia cognitivo-conductual, el terapeuta ayuda a Juan a identificar sus pensamientos automáticos negativos, como «si hablo en público, la gente se reirá de mí», «no sé qué decir en situaciones sociales» y «mejor evitar esto y no pasar vergüenza». Estos pensamientos contribuyen a mantener su ansiedad social.

El terapeuta trabaja con Juan para reemplazar estos pensamientos con otros más realistas y útiles, como «puedo aprender a hablar en público y mejorar mis habilidades comunicativas» y «puedo sentirme cómodo en situaciones sociales si practico y me preparo para ellas». A través de técnicas de exposición gradual, el terapeuta ayuda a Juan a enfrentar gradualmente sus miedos sociales. Al principio, puede ser algo tan sencillo como saludar a un desconocido en la calle, después hablar con alguien en una reunión social y finalmente hablar en público frente a una audiencia. Con el tiempo y el trabajo conjunto en terapia, Juan comienza a sentirse más seguro y cómodo en situaciones sociales y su ansiedad disminuye. También aprende habilidades efectivas para manejar su ansiedad en el momento, como técnicas de respiración y relajación.

 
 

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«5 Consejos para Ayudar a un Familiar con Ansiedad»

"5 Consejos para Ayudar a un Familiar con Ansiedad"

La ansiedad puede ser una afección debilitante y muchas veces las personas que la sufren no saben cómo manejarla. Es importante que los miembros de la familia comprendan que la ansiedad es una enfermedad y que no es simplemente una preocupación excesiva o falta de control. Para ayudar a un familiar con ansiedad, es fundamental ofrecerles apoyo y comprensión. Aquí hay algunos consejos prácticos que pueden marcar la diferencia en la vida de esa persona:

Clave para apoyar a un familiar con ansiedad es educarse sobre la enfermedad. Investigar y comprender los síntomas, las posibles desencadenantes y cómo afecta a la persona tanto física como emocionalmente, permitirá a la familia tener una perspectiva más informada y empática.

Además, es fundamental mantener una comunicación abierta y sincera con el familiar afectado. Permitirles expresar sus sentimientos y preocupaciones sin juicio ni críticas, creando un espacio seguro donde puedan hablar de su ansiedad, puede aliviar parte de la carga emocional que están llevando.

Asimismo, alentar y acompañar a la persona a buscar ayuda profesional es fundamental. Un apoyo terapéutico, ya sea a través de terapia individual o grupal, puede brindar herramientas específicas para manejar la ansiedad y ofrecer un espacio de apoyo y contención.

La familia también puede jugar un papel activo en el cuidado de la salud mental de su ser querido. Fomentar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.

Además, es importante evitar alimentar los miedos y preocupaciones del familiar afectado. Evitar comentarios negativos o catastrofistas y fomentar pensamientos positivos y realistas puede ser de gran ayuda.

Si tienes un familiar que sufre de ansiedad, aquí hay algunos consejos que pueden ser útiles para ayudar a esa persona:

1. Escucha y valida sus sentimientos: Es importante que escuches a tu familiar y le permitas sentir que sus preocupaciones y miedos son válidos. No los minimices, desestimes o te burles de sus problemas.

2. Ofrece apoyo emocional: Asegúrate de hacer saber a tu familiar que estás ahí para ayudarlo y apoyarlo en cualquier momento. Ofrece tu presencia y tu esperanza para que él o ella se sienta comprendido y acompañado.

3. Educate sobre la ansiedad: Es importante que estés informado sobre la ansiedad para entenderla mejor y saber cómo ayudar. Lee sobre los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento.

4. Ayuda en la búsqueda de tratamiento: Anima a tu familiar a buscar ayuda profesional si todavía no lo ha hecho y ofrécele apoyo para encontrar el tratamiento adecuado. Acompáñalo si es necesario a las citas y apoya su decisión de buscar ayuda.

5. Fomenta un estilo de vida saludable: Ayuda a tu familiar a tener un estilo de vida saludable poniendo en práctica una alimentación balanceada, ejercicio, descanso y reducción de consumo de sustancias en su encuentro diario. Una vida equilibrada, llenará de buenos beneficios a su salud mental y física.

Cómo manejar la ansiedad a través de la autocompasión.

La autocompasión es una habilidad emocional que se enfoca en ser amable con uno mismo y tomarse el tiempo y espacio necesarios para cuidar de nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales. La autocompasión es importante en el cuidado de la salud mental, porque nos ayuda a manejar nuestras emociones y a sentirnos seguros y cómodos con nosotros mismos.

La autocompasión implica la aceptación de nuestras imperfecciones y errores en lugar de ser críticos o autocríticos hacia nosotros mismos. Esto puede ser difícil para algunas personas, especialmente para aquellas que han sido enseñadas a ser autoexigentes y a perseguir la perfección a toda costa.

Además, la autocompasión previene la comparación social y la competencia insana. En lugar de medirnos contra los demás, la autocompasión nos invita a ser cálidos y amables con nosotros mismos, independientemente de cómo nos comparemos con los demás.

La autocompasión también puede ser muy útil para superar la ansiedad, la depresión y muchos otros problemas de salud mental. Cuando somos amables y compasivos con nosotros mismos, nos permitimos sentir nuestras emociones en lugar de censurarnos por ellas. Al hacerlo, podemos aprender a aceptar nuestras emociones, incluso las menos agradables, y manejarlas de manera efectiva a través de habilidades de afrontamiento saludables.

Existen muchas maneras de practicar la autocompasión. Algunas técnicas útiles incluyen la meditación, la práctica de la gratitud, la práctica de mindfulness y el cuidado personal regular. 

La terapia también puede ser útil para aprender a practicar la autocompasión y convertirla en un hábito saludable.

Existen varios obstáculos que pueden dificultar la práctica de la autocompasión. Algunos de ellos incluyen:

  1. Perfeccionismo: la creencia de que debemos ser perfectos o hacer todo bien puede hacernos ser muy críticos con nosotros mismos y dificultar la aceptación de nuestros errores y debilidades.
  1. Culpa: podemos sentirnos culpables por las cosas que hemos hecho o no hemos hecho, lo que puede hacernos sentir indignos de la autocompasión.
  1. Vergüenza: a menudo, nos avergonzamos de nuestras inseguridades, debilidades y fracasos, lo que nos hace creer que no merecemos la autocompasión.
  1. Autoexigencia: puede ser difícil para algunas personas aceptar que necesitan cuidarse a sí mismas y brindarse el tiempo y la atención necesarios para hacerlo.
  1. Dificultad para sentir emociones: algunas personas pueden encontrar difícil reconocer y sentir sus propias emociones, lo que hace que les resulte difícil practicar la autocompasión.

  1. Creencias culturales y sociales: en algunos entornos culturales y sociales, la autocompasión se considera como una señal de debilidad o falta de carácter.

Para superar estos obstáculos, es importante comprender por qué se presentan y trabajar en el desarrollo de una actitud más amable, compasiva y comprensiva hacia uno mismo. La terapia puede ser una herramienta útil para ayudarnos a comprender nuestras dificultades con la autocompasión y trabajar para superarlas. Además, podemos practicar la autocompasión con ejercicios diarios, meditación, yoga, entre otras técnicas que nos ayuden a aprender y fortalecer esta habilidad emocional.

Conecta con tu interior

Conecta con tu interior

Conectar con uno mismo es la clave de toda transformación personal.

 
Vivimos en la sociedad de las prisas y de la saturación de información.

Dedicar tiempo a escucharse, explorarse y descubrir nuestras emociones son la clave para mejorar nuestro bienestar.

¿Qué significa conectar con uno mismo?

Conecta con tu poder interior

Escúchate a ti mismo/a

Mira dentro de ti

Suena sencillo... ¿No?

Es más que eso…

  • Debes comenzar conociendo tu historia, Reconocer y observar tus conflictos personales.
  • Observar pensamiento y emociones, creencias.
  • Aceptar y asumir las oportunidades que tus situaciones y conflictos te ofrecen.

¿Qué puedes hacer para conseguir conectar contigo mismo/a?

  1. No depender de nadie más, hacer a cada momento lo que uno siente y lo que a uno le apetece es algo sencillamente maravilloso.
  2. Anotar tus pensamientos y reflexiones personales en un journal
  3. personal es otra técnica muy útil para conectar contigo.
  4. Estoy convencida de que, tras una salida por la naturaleza, has vuelto a casa con la sensación de haber desconectado.
  5. Otra de las técnicas más eficaces que conozco para conectar con uno mismo es la meditación. ¿Quieres aprender a meditar?
  6. Centrar la atención en nuestra respiración durante unos minutos ayuda a calmar la mente y alejarnos del ruido.
  7. Disfrutar de un buen paseo en solitario, con música o sin ella, te brinda la oportunidad de mantenerte más en el momento presente.
  8. No reprimas tus emociones
  9. Disfrutar de tiempo de calidad
  10. A veces nos olvidamos de que el silencio también es un modo de expresión.

 

Desempleo ¿Te causa ansiedad?

Ansiedad por desempleo

 

En estos días de aislamiento social, impera la frustración, el miedo e incertidumbre. Entre uno de los detonantes se encuentra el factor económico, ya que muchos individuos llevan semanas sin poder presentarse a sus empleos.

Impera el desasosiego, ya que el deber primordial es protegerse y quedarse en su casa; no obstante; la falta de respuestas ante promesas de ayudas económicas, deudas, y pensamientos enfocados en el futuro, llevan a las personas a caer en el ciclo de la ansiedad. Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando nos quedamos sin trabajo es la pérdida de entrada de dinero y cómo los problemas económicos pueden alterar nuestra vida significativamente. 

Está claro que la economía es una fuente de seguridad a nivel de bienestar material puesto que cualquier persona necesita tener una cantidad de dinero mensual para poder pagar la hipoteca, hacer la compra, hacer frente a los gastos…

Provocando a largo plazo serios problemas a nivel psicológico y afectando también la convivencia familiar

El desempleo no sólo afecta económicamente a las personas, sino que también puede tener un impacto grave sobre la salud.

 

Perder el trabajo puede suponer un importante cambio dentro de nuestras vidas. La estabilidad y la rutina que regía nuestros días desaparece para dar paso a una gran diversidad de emociones negativas. 

 

Es importante saber distinguir si lo que sentimos es realmente ansiedad. Conocer nuestras emociones y cómo nos sentimos nos ayudará a trabajar mejor lo que nos adolece y a entendernos. Por tanto, una persona que esté en desempleo debe estar activa, manejar sus pensamientos.

Observar…

 

  • Síntomas psicosomáticos como insomnio, dolor de cabeza o dolor de estómago 
  • Caer en malos hábitoscomo fumar, comer comida poco saludable o consumir alcohol
  • Tener baja autoestima, sentirnos “inútiles”, incapaces de hacerle frente a las tareas del día a día
  • Pérdida del interés por las cosas que antes sí nos gustaban

Consejos para superar la ansiedad por desempleo

 

Mantente activo.Te recomendamos que hagas ejercicio pues una magnífica manera de aumentar tu autoestima y liberar estrés.

 

No te rindas. Sabemos, la sensación de agobio, cansancio y dejadez pueden llegar a ser desesperante, pero recuerda que no hay que rendirse nunca.

 

Utiliza Internetdesarrolla tu marca personal durante el tiempo que estás sin trabajo, estudia.

 

Fórmate. Aprovecha que cuentas con más tiempo libre para seguir formándote. Especialízate e investiga sobre qué buscan las empresas hoy en día.

 

Reduce el estrés.Existen técnicas muy efectivas para reducir los niveles de estrés como escuchar música o leer. Estas actividades te ayudarán a no estar constantemente dándole vueltas al problema. Hay recursos que nos ayudan a manejar la ansiedad, como pueden ser el mindfulness, la meditación, los ejercicios de relajación. Todos los anteriores nos ayudan a calmar el sistema nervioso y a centrarnos en el presente, ambos aspectos muy importantes para recuperar la serenidad y la sensación de seguridad.

 

Pide ayuda profesional. Si el estrés se agudiza y prolonga, entrarás en una fase de agotamiento, ocasionándote respuestas psicosomáticas como el insomnio crónico o la depresión, por ello es importante que si crees que la situación te sobrepasa busques ayuda profesional.

 

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com

Montaña Rusa de las Emociones.

En estos días de aislamiento social, de cuarentena por el COVID-19; las emociones se encuentran en un sube y baja. Hay días en los que la frustración, el desanimo, el enojo, se apodera de nosotros. Hay otros días donde la tristeza y la desesperanza hacen fiesta en nuestro interior, pero esas emociones son normales dentro de todos estos eventos que estamos atravesando mundialmente.

Impera la incertidumbre por el cumulo de información, el miedo al contagio de nosotros o de alguien cercano. La inestabilidad económica, soledad, el distanciamiento. 

Para poder sobrellevar efectivamente esta montaña rusa de emociones debemos transitar por ella y sus etapas de afrontamiento. Reconocerlas nos ayudará a afrontarlas de un modo más amable. A desarrollar una mentalidad positiva a pesar de las circunstancias. Nos permitirá entender que,  que por muy difícil que sean los cambios, siempre habra oportunidad de aprendizaje y crecimiento como personas y sociedad.

 

 

1. Inicio de la travesía  “Hay un virus exparciendo por el mundo». Pocos esperaban que sucediera.

2. Negación: “Esto no va a ocurrir aquí”. La negación es una fase habitual en casi todos los cambios no deseados. Es la parte más difícil de sobrellevar, nunca creemos que nos vaya a afectar a nosotros. Nos llenamos de excusas, como que China está muy lejos o que solo es una gripe más, y nos olvidamos de las evidencias: de que el mundo está globalizado, incluso hasta para las enfermedades, o que estas pueden resultar tan contagiosas que pueden colapsar el propio sistema. Durante el periodo de negación, cuando nos damos cuenta de que sí nos puede afectar, podemos desarrollar una variante: la ira o la rabia. Nos enfadamos con el sistema, con la falta de medidas que toman las autoridades, con los eventos deportivos, manifestaciones o reuniones que nos han expuesto al contagio.

El enfado hay que pasarlo, tengamos razón o no. Si nos quedamos en esta fase, estamos perdidos, porque desaprovecharemos la oportunidad de aprendizaje que existe ante cualquier crisis.

3. Miedo durante la travesía por la montaña rusa: “¿Qué nos va a pasar?¿Hasta cúando durará esto? Esta  parte es la  más profunda y paralizante que existe. El miedo, en ocasiones puede ser sano si lo vemos desde la prudencia, que nos lleva actuar adecuadamente, que nos invita a protegernos, a quedarnos en casa. Por el contrario esta el negativo, el que nos lleva a pensar de manera ilógica e irracional, desde la histeria colectiva.

Debemos comenzar a  que transitar esta etapa de forma rápida, pero sensata.

Esta emoción en muchas ocasiones llega a ser más contagiosa que la propia enfermedad. Ya que nos daña profundamente y nos vacía de la posibilidad de afrontar la crisis desde la mentalidad positiva del cambio, el sentido común y la fuerza.

4. Travesía por la montaña rusa de la tristeza  y. la vulnerabilidad.

En esta etapa ya no hay miedo ni rabia, solo desazón y  tristeza en estado puro.

Nos indentificamos, sentimos el dolor por las cifras de enfermos y fallecidos, conocemos personas afectadas o lo estamos nosotros mismos.

Este es el  momento de aceptación pura de la realidad.

En la crisis del coronavirus, la travesía por por la montaña rusa hay que afrontarla.

La buena noticia es que, la montaña rusa tiene un final, y llega el momento que nos tenemos que bajar.

Tu decides si te quedas dando vueltas sin fin, en la rabia o en la negación, pero la mayoría de las personas, tarde o temprano, conseguimos remontar la tristeza, y bajarnos en la llegada.

5. Por ultimo cuando logramos transitar la ruta llega la etapa de nuevos hábitos y confianza  en nosotros mismos. Normalizamos la realidad.

Nos ofrecemos a ayudar a otros desde la serenidad y no desde el miedo; nos reímos de la situación y, lo más importante, nos abrimos al aprendizaje. Cuanto más nos esforcemos en ver qué aspectos quiere enseñarnos esta nueva crisis, más rápido podremos atravesar la montaña rusa de las emociones y el cambio.

6. Cuando logremos bajarnos de la Montaña Rusa, travesía,  porque el coronavirus ha pasado y soy más fuerte.

Todo esto quedará guardado en la historia. Pero recuerda vendrán otras, nuevos problemas, y eso significa que estamos vivos.

Si logras hacerte consciente del proceso y aprendes como persona y como sociedad, habrá valido la pena, a pesar de las numerosas pérdidas que hayamos tenido en el camino.

Disfruta la travesía por la montaña rusa, esto pasará. Si dará miedo en el inicio, pero luego puede ser placentero.

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com

Niños en Casa

¿Qué hago con ellos?

A raíz de la crisis mundial de salud que atravesamos, muchos de nosotros tenemos la gran labor de cuidarnos y proteger a nuestros pequeñitos. Por motivos de seguridad nacional todos estarán en sus casas. Como en acontecimientos anteriores, Huracán María, el terremoto de enero; tenemos que ingeniárnosla para mantenerlos entretenidos. Todo esto sin perder de perspectiva nuestra salud física y mental como padres. Entendiendo que debemos tomarnos descansos para poder continuar. Con ello, se provoca la situación de que muchos padres que sí  tienen que seguir trabajando tienen ahora a los niños en casa, con los abuelos; muchas veces encargándose de ellos o conviviendo, mientras los padres tienen que trabajar desde el hogar en algunos casos.

¿Qué podemos hacer?

  1. Manténlos horarios habituales de comida y sueño e involucra a los niños en la creación de un nuevo plan diario.
  2. Si le dan tareas para hacer en el hogar, crear un plan de horas del día para dedicarlo a lo académico y  no perder la rutina estudios.
  3. Manténganse activos.
  • Programa actividades como ejercicio,
  • Manualidades
  • Juegos de mesa
  • Cocinar
  • Deportes en el hogar
  • Recoger su cuarto
  • Cooperar en tareas del hogar
  1. Sistema de recompensas.Sortea el tiempo que los niños podrán usar para videojuegos, celulares y cualquier dispositivo electrónico.
  2. Aunque los niños siempre deberían participar en el hogar, esto les da la oportunidad de ganarse el tiempo y desarrollar independencia.
  3. Mantenerlos alejados de noticias alarmantes, explicarles con racionalidad y con palabras entendibles para su edad lo que esta sucediendo, pero teniendo en cuenta siempre la importancia del autocuidado e higiene.
  4. Aunque no salgan del hogar, mantener la dinámica del lavado de manos y superficies.
  5. Conversación sobre la emergencia, No debe decirle a un niño que expresó su preocupación es “no te preocupes”: “Lo que es mejor, es decir: ‘¿Dime qué te preocupa? ¿Qué has escuchado en la escuela? ¿Qué dicen los niños?’ Y luego, juntos, pueden explorar lo que es real, lo que no es real”, recomendó.

Usted como madre y padre

Siempre recuerde que, si usted esta bien ellos lo estarán, debe cuidarse tanto física, mental y emocionalmente para poder lidiar con lo que ocurra día a día.

Recuerde trabajar con sus emociones, el estrés, ansiedad, sentimientos de frustración, para no transmitirlo a nuestro pequeño; sin perder de perspectiva que somos humanos y quizás no podamos tener control en algún momento de alguna emoción.

No te sientas culpable si en algún momento del día decides tomar un descanso, debes tomarlo si o si. Recuerda no eres una maquina y debes descansar para que tu sistema inmunológico este fortalecido.

  1. Mantente hidratando tu cuerpo y motivando a tus hijos a que lo hagan también.
  2. Has alguna actividad física dentro del hogar sola o con tus pequeños.
  3. Toma un tiempo para desconectarte de las redes sociales, exceso de noticias.
  4. Practica durante el día alguna relajación, ejercicios de respiración, estiramientos.
  5. Sobre todas las cosas, si sales del hogar a trabajar o comprar algo, desinfecta, no olvides lavar tus manos al llegar a tu hogar.

¡Protegiéndonos, nos protegemos todos!

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
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