Hola, soy yo, la ansiedad
Sé que cada vez que llego te causo temor, ¿pero sabes?, aunque aparezco de la nada y con una actitud fuerte, soy inofensiva.
Solo te pido que te detengas y me escuches cada vez que aparezco; no soy mala, solo vengo hacerte entender que no estás viviendo tu vida. Llegó un momento donde sentía que me llamabas constantemente, cuando comenzaste a alterarte en tu Trabajo, en tu casa y en todos lados. Estabas cargada, gritabas y comenzaste a descuidarte. Me di cuenta que pensabas mucho en lo que no tenías, en lo que no habías podido alcanzar. Pero yo continuaba tratando de llegar a ti para ver si te detenías un momento y me escuchabas.
Fue imposible, ibas a una velocidad increíble, así estuviste casi dos años; así que me rendí, y un día me acerque sin pedir permiso. ¿Te asuste verdad?, tu corazón comenzó a latir fuerte y descontrolado, pero me di cuenta que no sabías que era yo,
¡Que extraño!, pensé
Estabas pensando que era una afección física
¿Que ibas a morir?
Noooo!!, ¿Como morir?, ¡Si lo que quiero es que vivas!!!
Así que cada día te seguía de cerca, sudabas cada vez que llegaba, temblabas cada vez que me acercaba y en ocasiones corrías de temor.
¿Porqué me quieres alejar de tu vida si soy parte de ti?, debo estar contigo para alertarte cuando estas en peligro inminente y real.
Cuando permites que las situaciones te descontrolen, te cargas de mucho trabajo, dejas de pensar en ti ,ya sea cumpliendo los sueños de los demás y dejando de cumplir los tuyos; y que me dices cuando a todo le dices que sí, cuando en realidad quieres decir un No enorme. Cada vez que permites que el estrés se eleve, envías un mensaje erróneo a tu cuerpo y a tu mente, de que estas en peligro y ellos no saben diferenciar lo que es real o no, y rápido me activan y salgo a buscarte y alertarte.
Difícil de entender
¿Verdad?
Pero a medida que me vallas conociendo, que no me empujes ni me cierres la puerta o salgas huyendo, no te molestare tanto, solo cuando sea necesario.
La próxima vez que llegue, haz un alto, detén toda actividad que estés realizando, respira y siénteme, escucha el mensaje que tengo para ti.
Ven, acércate, hagamos las pases, solo quiero que pienses en ti.
Viniste a esta vida hacer feliz, a disfrutar cada día, cada momento.
Yo soy esa vocecita interior, que te recuerda cada día que estas viva(o), que vas apresurada y debes bajar un poco la revolución. No hay prisa, cada momento trae nuevas experiencias, buenas o malas, hay que afrontarlas con positivismo y con apertura.
Recuerda, cada vez que llegue abrázame y conversemos un rato, no me veas como algo malo, si no, como la voz de tu interior.
Tú me llamaste, cuando dejaste que el estrés se elevara, así que comienza a relajarte, a respirar y a soltar.
Cuando llegue, Pregúntame
¿Qué quieres?
¿Porqué has llegado?
¡Adelante, Tu puedes!!!
Psiconatural-Y.Brito/ Psicologa
(