Atiquifobia (Miedo Al Fracaso)

Resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien.

Suceso adverso e inesperado


La vida está compuesta por  éxitos y fracasos, aunque nos produzca sufrimiento nos ayuda a templar nuestro carácter.

Se aprende más con los fracasos que con los éxitos porque nos obliga a analizar desde otra perspectiva los hechos que no han dado los resultados esperados.

Miedo al fracaso  

Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a fracasar, a equivocarse o cometer errores.

Si bien todas las personas presentan en algún grado el temor al fracaso, debe recordarse que por tratarse de una fobia estamos hablando de un miedo extremo e irracional. Las fobias impiden que las personas lleven una vida plena, y en este aspecto, el miedo al fracaso resulta en una fobia particularmente paralizante, ya que quienes la sufren dejan de involucrarse en actividades en las que temen fracasar. Incluso se la ha vinculado con el miedo al éxito, debido a que los fóbicos inconscientemente boicotean sus posibilidades. De esta manera, la misma fobia puede producir aquello que causa el temor.
Muchas veces, las causas de esta fobia pueden remontarse a padres o hermanos muy exigentes durante la infancia, o a haber sufrido vergüenza y humillación como producto de un fracaso menor. A medida que avanza el tiempo y la persona va estructurando su personalidad, el miedo al fracaso se va fortaleciendo. Para colmo, nuestra cultura hace un culto a la perfección tanto en la imagen, como en las relaciones, en la carrera, etc. Si bien la perfección es sólo una ilusión, el fóbico siente que no puede descansar hasta haberla alcanzado.
El tratamiento a esta fobia es principalmente a través de técnicas de autoayuda y de motivación. Según fóbicos recuperados, la mejor manera de superar la fobia es enfrentar aquello a lo que se le teme gradualmente. Además, asumir que el fracaso es un paso necesario si se desea alcanzar el éxito.

Grandes genios de la humanidad fracasaron durante su vida sufriendo indiferencia y miseria; y recién después de muertos fueron reconocidos;  no serían tan grandes si no hubiesen aprendido de sus errores y, con ello, de sus fallos.

Henry Ford

Las dos primeras empresas automovilísticas de Ford fracasaron.

Albert Einstein

 Sus padres pensaban que tenía alguna deficiencia mental. Sus calificaciones en el colegio eran tan pobres que un maestro le instó a que se marchara diciendo: “Einstein, ¡nunca llegarás a nada!” Además, no empezó a hablar hasta los 4 años, ni a leer hasta que tuvo 7.

Walt Disney

Inicio su propio negocio desde el garaje de su casa, y su primera producción de dibujos animados fue un fallo memorable. Durante su primera rueda de prensa un periodista le ridiculizó “porque no tenía buenas ideas en la producción cinematográfica”.

Michael Jordan

Antes de unirse a la NBA  era una persona común; tan común, que fue apartado del equipo de baloncesto de la escuela debido a su “falta de habilidad”.

Beethoven

 Alguien le  dijo una vez l “como compositor, no tiene remedio “. Durante su carrera perdió la audición, pero se las arregló para producir buena música.

Issac Newton

 En la escuela primaria lo hizo tan mal que sus profesores ya no sabían qué hacer para mejorar sus calificaciones.

       Utiliza el fracaso para alcanzar éxito

 

  • Llama al fracaso de otra manera
  • Usa el fracaso como un escalón  Con cada fracaso, identifica lo que sabes que hiciste mal y sé consciente de ello para no repetir tus mismos errores.
  • No escondas tus fracasos En primer lugar, siéntete orgulloso de haber sido lo suficientemente valiente para tomar el riesgo. Al ser abierto sobre tus errores, te abres a aprender de los demás.
  • Redefine lo que quieres
  • Cambia el enfoque
  • Desarrolla la confianza en ti mismo y analiza las habilidades necesarias para superar el miedo al fracaso y ser un líder en el mercado actual.
  • Identifica y elimina los malos hábitos y reemplazarlos con estrategias que funcionen.

 

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Deja Atrás La Vergüenza

Un sentimiento de incomodidad producido por el temor  hacer el ridículo ante alguien.

Muchos sienten vergüenza de que amigos familiares se enteren que están atravesando por alguna crisis; ya sea de ansiedad o depresión u otro trastorno. El miedo a ser juzgados por el concepto erróneo que tiene la gente sobre la salud mental; y ni se diga sobre los psicólogos. El decirle alguien que debe ir a un psicólogo, te invito a observa sus expresiones, o quizás te contesten, Yo no estoy loco.

Imagina como me pude sentir Yo, que siendo estudiante de psicología sufrí de ataques de pánico, que fui juzgada por algunos doctores que impartían cursos. El quizás buscar ayuda o que la familia se enterara. Eso va ocasionando que uno se aparte y por consiguiente nos causa tristeza y frustración.

Hay que comenzar a dejar a un lado la vergüenza y aceptar que a veces no podemos solos. Sé que el parecer fuertes y no débiles, es importante para muchos. Pero ese tratar de afrontar y permanecer fuertes por tanto tiempo, es lo que nos ocasiona ansiedad. El aceptar que a veces tenemos pensamientos desagradables o sentimientos catalogados como negativos, es de humanos aceptarlos.

Somos humano, y el que alguien nos dé la oportunidad de mostrarnos cómo manejar las emociones, es genial. Muchos no tuvimos quizás modelos positivos y asertivos para canalizar el estrés en nuestras vidas; como resolver o entender nuestros problemas. Cargamos situaciones de los demás y queremos ocultar nuestra sensibilidad. Todo esto nos hace humanos, y nos encontramos viviendo un momento muy estresante, lo que está ocasionando que la humanidad reacciones volátilmente, que los trastornos mentales vallan en aumento, y la vergüenza y el estigma que existe no ayuda para nada.

Desde la niñez nos van fomentando esa vergüenza, cada vez que le dicen a un niño eso no se hace avergüénzate, todos te están mirando, como si tuviéramos que comportarnos como lo demás. Nos enseñan a ser aprobados por otros, al igual que nuestras acciones.

De ahí surge la fobia social, ese miedo a que los demás me critiquen o juzguen, o no sentir la capacidad de poder hacer las cosas bien, porque te dijeron que no sabías hacer nada. Miedo a que te miren raro. Muchas estigmas sociales que arrastramos como humanidad.

En vez de sentir vergüenza por buscar ayuda y aceptar que sufres de ansiedad, siéntete orgulloso porque estás haciendo algo por ti. Que estas siendo responsable.

Cuando aceptamos lo que no sucede nos vamos liberando de tanta tensión, es como cuando sentimos que hacemos algo mal y lo ocultamos. Cuando lo decimos nos sentimos liberados y menos pesados.

Te invito a romper el tabú, que puedas gritar a los cuatro vientos siiiii sufro de ansiedad, necesito ayuda.

Aceptar que a veces no podemos solos y que es de humanos sentir.

Buscar ayuda no es de débiles si no de bravos.

Si ya estás buscando ayuda o recibiéndola te felicito, ya disté le primer paso aceptar.

Por: Y. Brito/ Psicóloga
Psiconaturalpr
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety  and CBT Specialist
(787)380-5721 ó psiconaturalpr@gmail.com
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