Montaña Rusa de las Emociones.

En estos días de aislamiento social, de cuarentena por el COVID-19; las emociones se encuentran en un sube y baja. Hay días en los que la frustración, el desanimo, el enojo, se apodera de nosotros. Hay otros días donde la tristeza y la desesperanza hacen fiesta en nuestro interior, pero esas emociones son normales dentro de todos estos eventos que estamos atravesando mundialmente.

Impera la incertidumbre por el cumulo de información, el miedo al contagio de nosotros o de alguien cercano. La inestabilidad económica, soledad, el distanciamiento. 

Para poder sobrellevar efectivamente esta montaña rusa de emociones debemos transitar por ella y sus etapas de afrontamiento. Reconocerlas nos ayudará a afrontarlas de un modo más amable. A desarrollar una mentalidad positiva a pesar de las circunstancias. Nos permitirá entender que,  que por muy difícil que sean los cambios, siempre habra oportunidad de aprendizaje y crecimiento como personas y sociedad.

 

 

1. Inicio de la travesía  “Hay un virus exparciendo por el mundo». Pocos esperaban que sucediera.

2. Negación: “Esto no va a ocurrir aquí”. La negación es una fase habitual en casi todos los cambios no deseados. Es la parte más difícil de sobrellevar, nunca creemos que nos vaya a afectar a nosotros. Nos llenamos de excusas, como que China está muy lejos o que solo es una gripe más, y nos olvidamos de las evidencias: de que el mundo está globalizado, incluso hasta para las enfermedades, o que estas pueden resultar tan contagiosas que pueden colapsar el propio sistema. Durante el periodo de negación, cuando nos damos cuenta de que sí nos puede afectar, podemos desarrollar una variante: la ira o la rabia. Nos enfadamos con el sistema, con la falta de medidas que toman las autoridades, con los eventos deportivos, manifestaciones o reuniones que nos han expuesto al contagio.

El enfado hay que pasarlo, tengamos razón o no. Si nos quedamos en esta fase, estamos perdidos, porque desaprovecharemos la oportunidad de aprendizaje que existe ante cualquier crisis.

3. Miedo durante la travesía por la montaña rusa: “¿Qué nos va a pasar?¿Hasta cúando durará esto? Esta  parte es la  más profunda y paralizante que existe. El miedo, en ocasiones puede ser sano si lo vemos desde la prudencia, que nos lleva actuar adecuadamente, que nos invita a protegernos, a quedarnos en casa. Por el contrario esta el negativo, el que nos lleva a pensar de manera ilógica e irracional, desde la histeria colectiva.

Debemos comenzar a  que transitar esta etapa de forma rápida, pero sensata.

Esta emoción en muchas ocasiones llega a ser más contagiosa que la propia enfermedad. Ya que nos daña profundamente y nos vacía de la posibilidad de afrontar la crisis desde la mentalidad positiva del cambio, el sentido común y la fuerza.

4. Travesía por la montaña rusa de la tristeza  y. la vulnerabilidad.

En esta etapa ya no hay miedo ni rabia, solo desazón y  tristeza en estado puro.

Nos indentificamos, sentimos el dolor por las cifras de enfermos y fallecidos, conocemos personas afectadas o lo estamos nosotros mismos.

Este es el  momento de aceptación pura de la realidad.

En la crisis del coronavirus, la travesía por por la montaña rusa hay que afrontarla.

La buena noticia es que, la montaña rusa tiene un final, y llega el momento que nos tenemos que bajar.

Tu decides si te quedas dando vueltas sin fin, en la rabia o en la negación, pero la mayoría de las personas, tarde o temprano, conseguimos remontar la tristeza, y bajarnos en la llegada.

5. Por ultimo cuando logramos transitar la ruta llega la etapa de nuevos hábitos y confianza  en nosotros mismos. Normalizamos la realidad.

Nos ofrecemos a ayudar a otros desde la serenidad y no desde el miedo; nos reímos de la situación y, lo más importante, nos abrimos al aprendizaje. Cuanto más nos esforcemos en ver qué aspectos quiere enseñarnos esta nueva crisis, más rápido podremos atravesar la montaña rusa de las emociones y el cambio.

6. Cuando logremos bajarnos de la Montaña Rusa, travesía,  porque el coronavirus ha pasado y soy más fuerte.

Todo esto quedará guardado en la historia. Pero recuerda vendrán otras, nuevos problemas, y eso significa que estamos vivos.

Si logras hacerte consciente del proceso y aprendes como persona y como sociedad, habrá valido la pena, a pesar de las numerosas pérdidas que hayamos tenido en el camino.

Disfruta la travesía por la montaña rusa, esto pasará. Si dará miedo en el inicio, pero luego puede ser placentero.

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com

Coronavirus ¿Te causa ansiedad?

Cada vez son más las personas con altos niveles de ansiedad, a medida que se propaga por el mundo el coronavirus. Es perfectamente normal sentir ansiedad por esta crisis de salud emergente. Psicológicamente al desconocer o no entender completamente sobre algo, impera el miedo.

La sobredosis de información sobre el coronavirus provoca ansiedad, llegan noticias constantemente del creciente número de infecciones y la extensión geográfica de los nuevos casos.

¿Deberíamos apagar nuestros teléfonos y tirarlos por la ventana?

La avalancha de información que no sabemos procesar, puede causar confusión, seguido por ansiedad.Los medios de comunicación son un arma de doble filo cuando se trata de difundir información. Puede ayudar a actualizarnos con las últimas noticias. Pero en exceso puede desencadenar en miedo. Es difícil saber la exactitud de la información que recibimos y cuánta información errónea se difunde. Por otro lado, la búsqueda compulsiva de información tampoco ayuda. En muchos casos, lo peor no es el miedo al virus; son las historias que escuchamos.

Es de suma importancia seleccionar las fuentes de información, instituciones públicas y siguiendo las indicaciones básicas que recomiendan los expertos.

  1. No magnificar el riesgo

Nuestros cerebros están acostumbrados a tomar algo hecho para sonar aterrador y desconocido, e inflar el riesgo de que realmente nos suceda.

2. Tome precauciones normales y saludables

Tanto la gripe como los coronavirus se transmiten a través del contacto diario, el tacto, la tos o el estornudo. Si está enfermo, quédese en casa y no vaya al trabajo ni al mundo. Si no está enfermo, manténgase alejado del contacto cercano con una persona que lo esté y adopte hábitos saludables en lo que respecta a la limpieza.

Eso significa principalmente lavarse las manos regularmente y a fondo.

3.Mantener su sistema inmunológico feliz y saludable

Un sistema inmunitario saludable comienza con una dieta equilibrada y con la cantidad de sueño que necesita para sentirse bien descansado todas las noches. Hacer ejercicio regularmente también es importante.

  1. Desconéctate de los medios

limite su consumo de medios e historias relacionadas con el brote. Si necesita actualizaciones, consulte un recurso del gobierno para obtener la información mejor y más precisa, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

  1. Usa tus habilidades de afrontamiento pasadas

No importa cuál sea el foco de la ansiedad de uno, usar lo que ha funcionado en el pasado para ayudar a controlar esos sentimientos suele ser una buena apuesta. Tal vez sea participar en un diálogo interno, para deshacer los pensamientos irracionales que vienen a tu cabeza con respuestas racionales basadas en hechos. Tal vez se trata de contactar a un amigo o familiar de confianza, solo para hablar sobre tu ansiedad. O tal vez es participar en algunas técnicas de atención plena o meditación, que aprendiste y que te han funcionado en el pasado.

Por. Y. Brito/ Psicóloga
Psiconatural
Psychological Services & Wellness Therapy
Anxiety Specialists
(787)380-5721
contacto@psiconaturalpr.com