LOS NIÑOS Y LA ANSIEDAD
De primera impresión parece simple, pero en muchos ámbitos no podemos evaluar a los niños con los mismos parámetros con los que evaluamos a un adulto. Los niños no viven su ansiedad ni la expresan de la misma manera.
La ansiedad es un aspecto normal de nuestras vidas y lo es tanto para adultos como para niños. Es absolutamente natural que un niño se sienta algo ansioso el primer día de clases o antes de una presentación en público, por ejemplo. Sin embargo, cuando esa ansiedad irrumpe en la vida cotidiana e impide hacer cosas sencillas o disfrutar de actividades, estamos hablando de un trastorno, el cual, no se debe tomar a la ligera.
Los trastornos de ansiedad más comunes en niños son los siguientes:
- Ansiedad por separación:
Este es, de hecho, el más común. Es normal que un niño menor de 3 años llore un poco cuando se separa de sus padres, sin embargo, se vuleve un problema cuando esta ansiedad se interpone en la capacidad del niño para socializar o aprender. Un niño siente con este tipo de ansiedad puede sentir que algo amenaza a su familia o que algo malo va a pasar, por esta razón estar separado de sus seres queridos se vuelve aterrador. En problema es que mientras un adulto trata de racionalizar sus sentimientos y le es fácil encontrar la causa de los mismos, un niño lo expresa mediante somatizaciones o padecimientos reales, como insomnio, dolor de cabeza, dolores estomacales o diarrea.
- Trastorno de ansiedad generalizada:
Estos niños se preocupan en exceso acerca del futuro, no tienen tolerancia a la incertidumbre. Se preocupan mucho por cosas que están por suceder, por ejemplo, es el típico niño que está preocupado por los exámenes. Muchas veces se puede confundir con exceso de responsabilidad o perfeccionismo, sin embargo, ésta preocupación no tienen nada que ver con su rendimiento, por el contrario puede ser contraproducente. Son niños que, por lo general, demuestran mucha ansiedad con respecto a sus calificaciones, la aceptación social y complacer a los demás.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
Se trata en gran medida de pensamientos persistentes. Es un trastorno más típico de la adolescencia. La característica clave de este trastorno es la necesidad de desarrollar rituales o rutinas, con la idea de que con estos controlan su ansiedad y sobretodo, controlan lo que podría pasar.
- Fobias.
Miedos extremos y específicos hacia algún objeto, animal o situación. De estas, una de las más fuertes y que más afectan es la fobia social, la cual va más allá de la timidez. Impide a los niños adaptarse bien a su entorno social, temen hablar con otros y tratan de evitar ir a la escuela o exponerse a cualquier situación en la puedan recibir un foco de atención.
Algunas señales de que su hijo puede tener altos niveles de ansiedad:
- Desinterés en actividades que antes disfrutaba.
- Poca energía, desidia.
- Aislamiento social.
- Baja autoestima y sentimientos de culpa.
- Extremadamente sensibles al fracaso o al rechazo.
- Dificultad para relacionarse con otros.
- Frecuentes quejas sobre dolores estomacales o de cabeza.
- Faltan mucho a la escuela o baja su rendimiento.
- Poca concentración.
- Cambios en sus patrones de sueño o alimenticios.
En el manejo de estos trastornos en niños, el error está en pensar que lo van a superar con el tiempo sin hacer nada al respecto. Por el contrario, se sabe que los trastornos de ansiedad que no son manejados, crecen con la persona.
Por. Y. Brito/ Psicologa Psiconatural Psychological Services & Wellness Therapy Anxiety Specialists (787)380-5721 psiconaturalpr@gmail.com